El colectivo observa una “operación en contra” de esta actividad, con el objetivo de imponer un “castigo ejemplar” a los propietarios de jaurías. Ven en la ‘Operación podenco’ una medida populista y animalista que "criminaliza" al sector y que puede perjudicar incluso a sanidad animal, por el problema de peste africana.
La Asociación de Rehalas Regionales (ARRECAL), considera “lamentable” que se haya puesto en marcha en la provincia de Soria una campaña como la denominada ‘Operación Podenco’. Una operación que aseguran “está claramente dirigida por el animalismo” y cuyo único objetivo es imponer un “castigo ejemplar” a un sector que “siempre ha destacado por ser escrupuloso en el cumplimiento de la normativa”.
Ante esta situación, ARRECAL celebraba recientemente una reunión urgente en la que se abordó esta campaña, en la que ven que “claros matices ideológicos” y que afecta a un colectivo que dentro de las provincias de Castilla y León es “ejemplar” en tener adaptados sus núcleos zoológicos, cumplir con todas las medidas en transporte y desinfección y mantener una atención constante a los animales en cuanto a bienestar animal.
Las medidas que se han adoptado por parte de la Administración pasan por “olvidarse de los que no cumplen con la legalidad vigente y comprobar a todos los que figuran en los listados”, estos, con todos los documentos legales, “imponiéndoles castigos de tal magnitud que rayan el desprecio”.
Para la agrupación de rehaleros, los afectados sufren una “gravísima persecución”, pese a que en el ejercicio de la actividad “cumplen escrupulosamente las normas”, ya que precisamente la propia Administración tiene en su poder toda la información legal de todos los núcleos zoológicos de la Provincia.
“Somos más que conscientes que estas actuaciones quieren desestabilizar a nuestra sociedad, y que están detrás personas carentes de escrúpulos ante todo lo que no sea implantar medidas sectarias y excluyentes”, aseguran, lamentando que ahora se abre “un nuevo fanatismo que antes se disfrazaba de simbología política y ahora ha cambiado hacia la bandera del ecologismo-animalismo que tanto gusta en el mundo urbano, y que afecta a funcionarios, a los que se les presupone imparcialidad, pero, que con sus actos se vuelcan en el populismo”.
En el caso en el que persistiese “este acoso” hacia el colectivo, el sector rehalero, con el apoyo de la Oficina Nacional de la Caza y de la Real Federación Española de Caza, hará patente su malestar e informará a la dirección de Agricultura y Ganadería de esta provincia, a la del Medio Natural, así como a todos los cazadores de todo el país que, como primera medida, los rehaleros “no cazaremos en ninguna batida ni montería que se vaya a celebrar en la provincia de Soria. De esta forma, y ante tanto acoso y sinrazón, los rehaleros harán acto de presencia con sus perros, entregándolos si fuera preciso”.
En su malestar, en ARRECAL han recalcado que “no jugamos al escondite con la Administración”, ya que han intentado en “infinidad de ocasiones” dialogar para que se apliquen las medidas “reales y legales” que correspondan frente a cualquier infracción. Sin embargo han avisado que no admitirán “jamás” la “criminalización de un colectivo por el simple hecho cazar con sus perros, tal y como se ha venido realizando desde el inicio de la actividad humana”.
La agrupación también ha lamentado que en estos momentos de “gravísima alerta sanitaria” devenida por la peste porcina africana, y cuando los países miembros de la Unión Europea están solicitando la colaboración de todos los cazadores para reducir las poblaciones de jabalí, esta medida pueda suponer un aumento en las poblaciones y por ende un incremento del riesgo sanitario y de accidentes de tráfico, “hecho que en la provincia de Soria supone daños humanos y materiales que el sector cinegético ayuda a reducir”.