Con tan solo 17 años, la deportista se encuentra en un sitio privilegiado del ranking: entre las 10 mejores bracistas de España; “En el agua hay que aparcar la vergüenza”.
Cantos de sirena en aguas sorianas. No es Ariel, la princesa pelirroja de Disney, sino Carmen López, la sirenita de las Asperón, la que hace progresar adecuadamente al Club Natación Soriano con sus esperanzadoras brazadas. Los tintes de cloro en su melena rubia denotan que lleva toda una corta vida, apenas 17 años, surcando todas las piscinas que le han ido saliendo a su paso. Entre viraje y viraje, a la joya de la natación soriana todavía le queda un largo viaje deportivo por delante.
Campeona de Castilla y León en 100 y 200 Braza y en 200 Estilos, medallista en 50 y en 200 Libres (tanto en invierno como en verano), finalista en el trofeo internacional de Camargo, una de las 10 mejores nadadoras de la Comunidad y está entre las 10 mejores, de su edad, en España. Todos estos logros solo la sitúan en el inicio de su principio. Hay Carmen López para rato. “Mis padres siempre habían querido que yo nadase. Es algo que hay que aprender en esta vida”, contextualiza la soriana. Carmen chapoteaba rápido y se dio cuenta de que “destacaba”. Abandonó los “cursillos” y se sumergió “en la Escuela del CN Soriano a los siete años”. Sonríe y se pone colorada cuando escucha que ahora ella es una de les referentes acuáticas en el club de su vida. “No me considero una referente. Todos somos iguales: un equipo”, valora. La soriana es una chica, a caballo entre la adolescencia y la madurez, de club. En el CN Soriana es “una compañera más”, precisa.
“Según el día”, Carmen López es una u otra dentro de la piscina. Por norma general, “luchadora y constante”, se caracteriza a ella misma. “La natación es muy psicológica. Has de estar preparada: como un día estés más fuera que dentro, no podrás acabar la competición”, subraya. La piscina le “gusta” y no le importa renunciar a sus aficiones. “Hago lo que hace todo el mundo. Estudio cuando tengo tiempo y entreno. Si me sobra tiempo, salgo con las amigas o leo un libro para desconectar. Me gustan las novelas policíacas o las de misterio; las románticas, también”, se sincera.
La natación para ella ya es algo rutinario. Un deporte que ha cambiado su forma de ser: “Antes era muy tímida. En la piscina no hablaba con nadie”. A día de hoy, gracias a la natación es “más abierta”. “Es una costumbre. Mi día a día”, analiza. Le dedica unas “15 horas” a las sesiones, entre la piscina y el gimnasio, de trabajo. De lunes a sábado, dos horas diarias.
“En el agua hay que aparcar la vergüenza, hay que ser un poco egoísta en un deporte tan individual. Teniendo en cuenta a los compañeros, una, siendo valiente, ha de luchar por lo que quiere”, pronuncia la nadadora soriana. Su cierta introversión acuática la lleva a ser prudente y “realista”, porque no se ve ni en unas Olimpiadas, ni en unos Europeos, ni en unos Juegos Mediterráneos. “Claro que me gustaría estar a esos niveles, a mí y a cualquier deportista. Soy realista: no, no me veo en esos sitios. Hay que destacar muchísimo”, apunta sobre esos retos mayúsculos.
La llamada de la selcción
Carmen López empieza a ser una fija en las convocatorias que ofrece la selección de Castilla y León. Los técnicos castellanos y leoneses confían en la braza de la soriana. “Me pongo nerviosa cada vez que me llaman. Es un orgullo representar a Castilla y León y también a Soria, que está dentro de esa selección”, narra la joven, quien no quiere “decepcionar a nadie” en esas convocatorias.
La soriana supone que se irá “a estudiar fuera (una carrera universitaria)”. Justo esta temporada 2019-19 iniciará segundo de bachillerato en Soria. “Me gustaría seguir teniendo relación con el CN Soriano. Competir para él”, sentencia.