Denuncian la situación “sangrante” de los empleados en la prisión de Soria
Una imagen de la concentración de este jueves. /SN
De los 102 empleados públicos en todo el centro penitenciario, 48 están destinados en labores de asistencia con los presos, en torno a 26 menos que los que requiere la RPT. La antigüedad de las instalaciones lleva a que aumente el número de situaciones de tensión.
Este jueves, una treintena de empleados en la prisión de Soria se han concentrado a las puertas del centro penitenciario para poner el foco sobre la problemática que supone la situación laboral en la que desarrollan sus labores.
Un llamamiento hecho por los sindicatos UGT, CC OO y ACAIP para todo el país en el que exigen medidas ante el creciente número de agresiones que están padeciendo en el ejercicio de su profesión.
Según ha reseñado en UGT, en la prisión de Soria la relación de puestos de trabajo (RPT) contempla 132 plazas, en el total del centro, un total donde se incluyen tanto personal de oficinas como también del interior. Sin embargo, solo son 102 los empleados, de los que 48 conviven a diario con los penados. Una situación “sangrante”, por la falta de convocatorias de empleo público y donde por otro no se cubren las bajas. “Es el tercer centro de España con mayor porcentaje de bajas por edad sobre la RPT” han desvelado estas fuentes, en una plantilla donde aquellos que cumplen los 57 años pasan a segunda actividad, en tareas administrativas, mientras que “dentro estamos en una situación precaria” ya que trabajan menos efectivos que los considerados por la administración como servicios mínimos. “Ante un problema no estamos gente para contener una agresión y tampoco podemos llevar el servicio en condiciones”, han lamentado. De hecho, han relatado que esta misma semana se producía un incidente en un “intento de agresión” a un funcionario que afortunadamente “pudo arreglarse”.
Para UGT, en unas manifestaciones que comparten con las otras dos organizaciones sindicales convocantes, es precisa la incorporación de otros treinta funcionarios más, habida cuenta que ahora, además, hay 15 en prácticas de los 48. Una cifra con la que se cubren “fines de semana, vacaciones, vacantes las 24 horas del día”. De hecho, de las 700 incorporaciones a las plantillas del total en España, solo siete han llegado a Soria, “y se han perdido otros 30 con el anterior Gobierno”, han recalcado, incidiendo en que la situación es “insalvable” al ser preciso al menos 26 funcionaros para el interior.
Por otro lado, han asegurado que las actuales instalaciones “favorecen” situaciones de tensión, ya que “no hay una separación real” entre los internos, por lo que los más conflictivos conviven con el resto, algo que desemboca en que “no podemos asegurar ni la seguridad de ellos ni la nuestra”. Ante este horizonte, han lamentado que la nueva prisión siga cerrada, aunque ahora, con la incorporación de Mercedes Gallizo –impulsora de la cárcel que aún no ha entrado en servicio en el barrio de Las Casas- a la SIEP (gestora de prisiones) pueda agilizar su puesta en funcionamiento.
Por otro lado, y aunque fuentes oficiales han venido destacando que en los últimos diez años la población reclusa ha ido disminuyendo, no es así en el caso de Soria, ya que no solo se ha mantenido, sino que ha pasado de los 161 internos a los 165 en la actualidad.