Prolongar el bronceado tras las vacaciones
Cuando vuelves de vacaciones, una de las preocupaciones es poder mantener el tono bronceado conseguido durante los días de descanso. Con estos consejos, podrás lucir el bronceado intenso y luminoso durante mucho más tiempo. El análisis de Lorena Martínez.
Ya de vuelta a casa, lo primero que deberás hacer para conseguir que tu bronceado dure mucho más tiempo es utilizar un gel de ducha nutritivo, que te ayude a mantener el manto hidrolipídico de la piel, su barrera de protección natural frente a la sequedad.
No te olvides, tras la ducha, aplicar una buena cantidad de crema hidratante de bronceado progresivo. Esto ayudará a mantener tu color durante mucho más tiempo, a la vez que tu piel está luminosa e hidratada. A ser posible, elige un producto formulado con manteca de karité, aceite de aguacate, aceite de almendras o urea. Se insistente en las zonas que tienen menos glándulas sebáceas cómo las piernas y los brazos.
No te olvides que la máxima nutrición es el paso más importante para mantener tu bronceado. Uno de los problemas que presenta una piel seca y desnutrida es que, como se descama más fácilmente, pierde el moreno con suma rapidez. La solución para evitar que ese favorecedor bronceado que has conseguido durante las vacaciones se esfumen pocas semanas es hidratar la piel en profundidad. No lo olvides.
Las lociones solares
Para conseguir tu bronceado de larga duración, deberías descubrir los beneficios de las lociones solares que se presentan en texturas oleosas. Durante los días posteriores a tu vuelta, si sigues tomando el sol, elige aceites bronceadores que reduzcan el daño de los rayos solares.
Los hay con filtros de protección solar que van hasta el 40, y al tiempo que mantienen la piel protegida e intensamente hidratada, garantizan un bronceado espectacular y un 90% más uniforme y luminoso.
Además, es sumamente importante la elección del aftersun. Al igual que hay cremas solares que aceleran intensifican el bronceado, hay aftersuns específicos con activadores de melanina que es el pigmento que broncea la piel, que consiguen prolongar el atractivo halo dorado que recubre la piel durante varias semanas. Úsalo al volver de la playa cada día, antes de acostarte.
Las vitaminas
Nuestra alimentación influye mucho en nuestro aspecto. Somos lo que comemos. Si quieres conseguir un bronceado más luminoso, deberás confíar en la vitamina C. Este nutriente, presente en el kiwi, las naranjas, las limonadas caseras y las ensaladas de tomate, es oxigeno para nuestra piel, convirtiéndose en el activo más eficaz a la hora de devolver la luminosidad al bronceado. De esta forma, con su consumo conseguirás que tu piel brille y tengo una apariencia de lo más jugosa.
Si tu principal preocupación es la duración, llena tu despensa con productos cargados de vitamina A. Los betacarotenos, el equivalente vegetal de la vitamina A, intensifican el bronceado desde el interior, lo que permite alargar su duración. Las zanahorias, la calabaza, la papaya y el mango son algunos de los mejores autobronceadores naturales que se ingieren por vía oral.
Y por otro lado, los frutos secos, las semillas, las frutas deshidratadas y el aceite de oliva virgen son excelentes fuentes de vitamina E, un antioxidante que reduce los daños producidos por el sol. Es el mejor momento para incluir en la dieta este activo, puesto que ayuda a prevenir la flacidez de la piel y aparición prematura de arrugas causadas, en muchos casos, por la exposición al sol.