Baja un 14,4% en Castilla y León aunque sube un 69% el número de familias en quiebra.
La provincia de Soria no registró ningún deudor concursal en el segundo trimestre del año, si bien Castilla y León cuantificó en este periodo 59 deudores, lo que supone un descenso del 14,4 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se contabilizaron 69 casos, según los datos de la estadística del INE publicada este viernes y recogida por Europa Press.
De estos 59 deudores concursales la mayoría se registraron en Valladolid, con 22 casos; seguida de Salamanca, con 16; ocho en León; cinco en Burgos; cuatro en Segovia; dos en Zamora y un caso en Ávila y otro en Palencia.
Asimismo, según estos datos, de los 56 deudores concursales, 22 son familias que se declararon en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras) ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas fueron, lo que supone un incremento del 69 por ciento respecto al mismo periodo del pasado año, cuando se declararon en concurso de acreedores 13 familias.
De estas 22 familias declaradas en quiebra cuatro son de León, cinco de Salamanca, dos de Segovia y once de Valladolid.
Según su naturaleza jurídica, de los 59 deudores concursales registrados en la Comunidad 22 son familias, cuatro empresas personas físicas, tres sociedades anónimas y 30 sociedades de responsabilidad limitada.
Asimismo, el 51 casos la declaración del concurso de acreedores fue voluntaria mientras que en 8 ocasiones fue necesario, y en ninguno de los deudores declarados en el segundo trimestre del año existía propuesta anticipada.
Por otro lado, de las 37 empresas concursadas en el segundo trimestre de este año dos pertenecen al sector de bienes intermedios, cinco a l construcción y promoción inmobiliaria, nueve al comercio al por mayor, 10 al comercio al por menor de vehículos, una al transporte y almacenamiento y una en los sectores de hostelería, inmobiliarias financieras, actividades profesionales, actividades administrativas y servicios a lo que hay que añadir otras tres sin clasificar.
Asimismo, de las 37 empresas deudoras, nueve de ellas carecían de asalariados; 11 contaban con entre 1 y dos empleados; ocho entre tres y cinco trabajadores; cuatros sociedades de 6 a 9; una de 10 a 19 asalariados y una de entre 20 y 49 trabajadores, mientras que hay otras tres empresas sin clasificar.
En cuanto a la antigüedad de estas empresas, ocho de ellas tenían hasta cuatro año de vida; una de 5 a 8 años; seis de 9 a 12 años; dos de 17 a 19 años; 13 más de veinte y una no está clasificada.