La triatleta soriana fallecía arrollada por un turismo en la N-111 cuando entrenaba con su bicicleta.
Este miércoles se cumplen ya cinco años del accidente de tráfico que costó la vida a la triatleta soriana María García Rubio. Como se recordará, falleció arrollada por un turismo en la N-111 a la altura de Fuentecantos.
Un suceso que conmocionó la vida pública soriana y también en el ámbito del deporte nacional, sobre todo en el ciclismo y en el triatlón, donde se viene reclamando insistentemente la obligación de respetar a los ciclistas en las calzadas, guardando una distancia de al menos 1,5 metros cuando son adelantados por vehículos a motor.
María estaba a punto de cumplir los 16 años. A partir de entonces, su familia, en la persona de su madre, Mamen, no ha dejado de reclamar ante la atención pública el respeto a los ciclistas cuando transitan por las carreteras.
Sirvan estas líneas para honrar su memoria y para remarcar una vez más necesidad de ejercer precaución y respeto al volante ante quienes circulan a golpe pedal, y sobre dos ruedas, por todas las carreteras.
La capital soriana guarda su recuerdo con una bella escultura en Los Pajaritos.