Técnicos de la Junta y el abad de Santa María de Huerta se reunirán tras la limpieza para evaluar daños
A través de la Delegación Territorial en Soria, la Junta ha movilizado hasta la localidad técnicos y operarios de Patrimonio, Carreteras, Medio Ambiente y Protección Civil, así como diversa maquinaria, para colaborar en la limpieza de las calles y el Monasterio Cisterciense tras las inundaciones producidas en la tarde de ayer.
Con motivo de las inundaciones sufridas en la jornada de ayer, a causa de las lluvias caídas en el municipio de Santa María de Huerta, la Junta de Castilla y León ha enviado una serie de medios para colaborar con el Ayuntamiento en la limpieza de las calles y con el propio Monasterio Cisterciense, al objeto de restaurar, lo antes posible, la normalidad en la localidad.
En la tarde de ayer se trasladó a la localidad el delegado territorial, Manuel López, acompañado del secretario territorial, Rafael Medina, para comprobar el estado del municipio por las lluvias y los arrastres que estas ocasionaron, tanto de agua como de barro y lodo, y visitaron distintos lugares junto con el alcalde, Juan Pascual.
A primera hora de hoy se han trasladado hasta Santa María de Huerta el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa, así como el secretario técnico de esta dependencia, Pedro Asensio; el responsable de Protección Civil de la Delegación Territorial, Fernando Arribas; y el jefe de la Sección de Conservación y Explotación de Carreteras, del Servicio Territorial de Fomento, Jesús Hernández, quienes han informado de la situación a la Delegación Territorial. Junto a ellos, se encuentran en este momento en el lugar del suceso tres cuadrillas de mantenimiento de carreteras, con una veintena de trabajadores, las motobombas del operativo de extinción de incendios de la Junta ubicadas en Arcos de Jalón (que ya actuó en la jornada de ayer) y Almazán, y un equipo de voluntarios de Protección Civil de las distintas agrupaciones de la provincia.
El delegado territorial, Manuel López, que se mantiene en comunicación permanente con los responsables locales y provinciales, así como con los de las consejerías de la Presidencia, Fomento y Medio Ambiente y de Cultura y Turismo, está coordinando esta colaboración con el municipio.
La zona más afectada es la situada en las proximidades del monasterio cisterciense, bien Patrimonio de la Humanidad, así como la vía central del municipio. Las calles de la zona tienen barro y los vecinos y los medios trasladados desde las distintas administraciones se encuentran realizando tareas de limpieza. Hay varias edificaciones afectadas, fundamentalmente plantas bajas, en su mayoría destinadas a trasteros, garajes y algún comercio.
Sin duda, como viene siendo habitual cuando se produce algún incidente de este tipo, el inmueble más afectado es el Monasterio Cisterciense, que ha sufrido una importante inundación con un potente arrastre de barro en toda la planta baja la abadía. En este momento se está procediendo a retirar el barro así como a limpiar todos los arrastres producidos, incluidos elementos muebles, como bancos, y otros cotidianos del monasterio.
Las zonas más afectadas, de lo que hasta el momento se ha podido observar, debido a la falta de accesibilidad por la inundación, son el punto de recepción, la iglesia y ambos claustros, así como distintos tramos del muro que circunda el conjunto monacal, según ha informado el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa.
Una vez esté concluida la limpieza y retirada del barro, en los próximos días tendrá lugar una reunión en el monasterio por parte de los técnicos del Servicio Territorial de Cultura, el equipo de restauración que está trabajando en la actualidad bajo el auspicio de la Junta en este momento y el padre abad, Isidoro Anguita, para realizar la correspondiente evaluación de daños.