25 cursos, XXV pruebas populares y “a por otros 50 años más”

25 años no son tantos. Hay que seguir en la pomada. “Seguir trabajando con los socios y con la Junta directiva para que se puedan cumplir otros 25 años. Espero quedarme corto: vamos a por otros 50 más”. Luis Oliver, máximo exponente del Club de Atletismo Puente del Canto, sopla las velas de un pastel que sabe a Belén Íñigo (el chocolate) y a Luis Gonzalo (la crema), los vigentes campeones de la Carrera Soria-Valonsadero. La célebre prueba popular, al son de las dos décadas y un lustro, también estaba de aniversario. Número impar que se remonta al pasado siglo. Eso sí, el color morado, credencial del Puente del Canto, se apunta a cumplir muchos más, con “aires retros y distintivos”. Los populares, a seguir poniéndose morados en septiembre y en diciembre.

Oliver, al frente de su sexto mandato en la entidad deportiva, regresa al pasado. 15-20 personas “que corrían juntas” se agruparon para regalar a Soria una actividad más “popular” que competitiva. Ahí está “el germen”. Un año después de que Cacho se colgase el oro en Barcelona’92, nacía el CA Puente del Canto. Una “casualidad” que nunca negará el “ambiente y el tirón atlético” que siempre se ha respirado en Soria. Un “punto de inflexión” determinado por el de Ágreda. “Recuerdo cuando nos sentamos a crearlo. Éramos la siguiente Junta directiva”. Calibra movimientos de antaño. Por aquellas fechas “estábamos en el Maratón de Sevilla”, y entre aquellas tiradas largas en Andalucía se encontraba el futuro actual del Puente del Canto. “Tocaba un cambio”. Había que darle a ese proyecto deportivo-popular “savia nueva”. Durante una comida en El Royo, el organigrama del nuevo Puente del Canto se nombró a dedo, prácticamente: “Tú (Luis Oliver), presidente”. Siguiendo el trabajo de las otras directivas, “mantener la Soria-Valonsadero y la Carrera de Navidad” era un deber. Las pruebas que organiza el CA Puente del Canto siempre hará de veleta al “atletismo popular”. Competir y disfrutar “a la vez”.

Vuelve al presente. Esta XXV edición de la Soria-Valonsadero, celebrada el pasado 1 de septiembre, le ha dejado a Luis Oliver un regusto “súper dulce” porque “había ese pequeño punto de cumplir 25 años”. Los socios, la gente y los corredores populares “se volcaron”, manifiesta. Todos “vestidos de morado”, con la camiseta en la que el número 25 serigrafiaba pasado, presente y futuro.

Una gala (14-08-2018, Aula Magna Tirso de Molina) removería todo lo vivido. Era momento de seguir mirando hacia atrás. En su discurso, Oliver reseñó que se trataba de “una gala enfocada y dedicada al socio, en reconocimiento al trabajo de todos en estos 25 años”. Placas y “detallitos” para los expresidentes y los fundadores del club. Dosis de “protagonismo” necesario.

Lluvia de estrellas

Cada temporada le dan el dorsal 0 en la prueba Soria-Valonsadero a “atletas con renombre”. Fermín Cacho, Estela Navascués o Abel Antón se han pegado ese número, el cual permite distinguir al protagonista elegido en la primera fila de la salida hacia Valonsadero, en el pecho. Este año le ha tocado a Dani Mateo, “un crack que irá a los próximos Juegos Olímpicos”. Oliver se la juega: “Se va a presentar a la Maratón. Acordaros de esto”. En la XXV edición de la Soria-Valonsadero, a Mateo se le ha reconocido “el gran año que ha tenido”.

Año a año se ha apuntado “mucha gente” a la Soria-Valonsadero. Sin embargo, las inscripciones han descendido “un poquito” respecto a tres años atrás, cuando hubo “un repunte bestial en todas las carreras de Soria”.