Lluvia, niebla y hojas pueden convertir la calzada en una pista de patinaje. Realizar una revisión del coche previene muchas complicaciones futuras.
Con la llegada del otoño, las condiciones que podemos encontrarnos en la carretera cambian y las medidas de precaución que debemos tener, también. En esta época del año tendremos que conducir bajo la lluvia o con niebla, los días de viento se suceden y la caída de hojas de los árboles puede suponer un problema.
Una de las recomendaciones que os pueden ser muy útiles al inicio del otoño, es la de hacer una sencilla revisión y puesta a punto del coche. Durante las vacaciones ha recorrido cientos de kilómetros, y es posible que precise reponer líquidos. También conviene revisar luces y, sobre todo, los limpiaparabrisas, cuyas gomas suelen acusar el calor.
Las ruedas también deben revisarse, sobre todo en época de lluvias. Es conveniente revisar al menos una vez al mes la presión y el dibujo de tus neumáticos.
La lluvia y la niebla no sólo reducen la visibilidad, los chaparrones se pueden presentar en cualquier momento, y es conveniente reducir la velocidad y extremar la precaución, para evitar perder el control del vehículo a causa del aquaplaning. Otro de los peligros tiene que ver con la caída de las hojas. La hojarasca, sobre todo cuando la encontramos bajo la lluvia, puede provocar un efecto similar. La atención y la prevención resultan esenciales en estos tramos.
Los días son cada vez más cortos y las horas de luz se reducen. Al amanecer y por la tarde, tendremos que conducir con menos visibilidad. En esos momentos, es importante recordar que debemos utilizar las luces de cruce cuando notemos esta bajada de luminosidad y, de ser necesario, utilizarlas también durante el día.