Rubén Tejedor se sienta en el Rincón de Soria Noticias

Pregunta: ¿Qué es lo último que hace antes de acostarse?

Respuesta: Mi rutina siempre es la misma. Me tomo un vaso de leche, rezo y me voy a dormir.

P: Cuando tiene una tarde libre, ¿a qué le gusta dedicarla?

R: Siempre que tengo un rato libre me encanta el cine y quedar a comer o a cenar con los amigos.

P: ¿Libro o película?

R: Película.

P: Recomiéndeme una película.

R: `El niño con el pijama de rayas´ me impactó profundísimamente. Muestra el dramatismo de cómo una ideología separa a la gente, y en el plano sentimental por el sufrimiento de los inocentes..

P: ¿Qué música pone cuando se ducha?, ¿Canta?

R: Soy un poco friki (ríe). Me gusta mucho la música de hace años, me encantan Mecano y Ricardo Arjona, aunque no peguen mucho con un cura. Me encanta cantar en la ducha aunque no lo hago muy bien, afortunadamente como vivo solo mi mujer no me tiene que gritar.

P: ¿Cuál es su palabra favorita?

R: Maravilloso. Cualquiera que me conoce sabe que es la palabra que más digo. Creo que hay una forma de mirar la vida que es el optimismo realista y yo la intento ver así. Hay momentos que son una putada, pero siendo realista yo me empeño siempre en ver lo positivo, si no esto sería infumable.

P: Si pudiera viajar en el tiempo, ¿iría al pasado o al futuro?

R: Me genera más curiosidad el futuro, pero si tuviera que elegir un tiempo elegiría el presente. A veces tenemos la tentación de vivir con la añoranza del pasado, y con unos deseos de un futuro que no sabemos si va a llegar, y huimos del presente.

Me encantaría absolutamente conocer a Isabel la Católica. Creo que es un personaje maravilloso, muy denostado, muy juzgado de una forma injusta fuera de su tiempo. La expulsión de los judíos que hoy nos parece una aberración, en aquel momento no se lo pareció a nadie. El tiempo en su contexto.

P: ¿Cómo era de pequeño?

R: Era bueno pero era un poco pillo. De estos que tiran la piedra y esconden la mano, ya que siempre había alguno más follonero en clase que eran los que se la cargaban.

P: ¿Era muy fiestero?

R: Sí tuve una época un poco agilipollada, pero nunca fui muy fiestero. Me encanta cenar con los amigos y salir a tomar una copa, pero soy de los que se recogen pronto.

P: ¿Quién ha influido más en su forma de ser?

R: Principalmente mi abuela y mi madre. Mi madre por lo que le he visto trabajar, y mi abuela porque fue la que me crió cuando mis padres estaban trabajando.

P: ¿Cuál es la mayor lección que te dieron tus padres?

R: Trabajo y honradez, trabajo y honradez, trabajo y honradez. En mi casa más que decírmelo de palabra lo he visto en su ejemplo. Mi madre y mi abuela para mi han sido evangelios, laicos, vivientes.

P: ¿Qué le enseñó la vida a base de bofetones?

R: Yo pensaba que los curas éramos seres angélicos. Cuando me ordené pensé que se acaban tus historias, tus pecados, tus tonterías… Luego te das cuenta que los curas somos muy humanos, gracias a Dios. Tal vez, si no hubiera sido tan ingenuo me hubiera ahorrado algunos bofetones de la vida.

P: ¿Cuál es su mayor éxito?

R: De lo único de lo que yo me puedo sentir orgulloso en mi vida es de ser sacerdote. Y no porque yo lo haya logrado, sino porque gracias a Dios he llegado hasta aquí. Es una maravilla cómo, a través de alguien tan inútil como yo, Dios hace milagros tan grandes.

P: Dígame algo que no soporta

R: La impuntualidad. Quien me conoce lo sabe. Y junto a la impuntualidad tampoco soporto que la gente no vaya de frente. Yo lo que soy es lo que se ve.

P: Un lugar del mundo al que te gustaría viajar.

R: Muchos, pero desde que soy bien pequeño sueño con ir a Egipto. Cuando era un chaval quería ser arqueólogo.