La labor de la Guardia Civil consigue detener a dos personas, de dos localidades de la Ribera, como presuntas autoras de estos robos en ermitas e iglesias denunciados en agosto.
Esta tarde de lunes, la delegada del Gobierno en Castilla y León, la soriana Virginia Barcones, ha presentado los resultados de la ‘Operación Dovela’, con la que la Guardia Civil ha esclarecido al menos dos de los tres robos en el patrimonio histórico y religioso de la provincia que se sucedieron este verano.
La investigación ha dado como resultado la recuperación de 150 piezas, de las cuales ya se tiene la certeza de que algunas de ellas son provenientes de los expolios de Valdegrulla (donde fueron expoliados sillares y rejas de ventanas) y el arco románico de la ermita de Boós. Sin embargo, la Guardia Civil sospecha que el resto de las 150 piedras talladas pertenecen a delitos dentro de la provincia.
Las investigaciones llevadas a cabo por los agentes concluyeron con la práctica de un registro en una vivienda y en los anexos de una finca vallada en una localidad de la demarcación de la Ribera del Duero soriana.
Entre los efectos recuperados, sillares en su mayoría, se encuentran basas, fustes y capiteles, además de tres rejas de hierro de ventana y dos piedras de molino.
Muchas de estas estas piezas pertenecen a los expolios perpetrados en la ermita de San Lorenzo, en Boós, y en la iglesia de Valdegrulla. El resto de las piezas recuperadas se hallan pendientes de una peritación para ser identificadas fehacientemente y, posiblemente, imputar a los detenidos, dos varones de sendos pueblos de la provincia de Soria, otros delitos de robo contra el patrimonio histórico.
Pese a que las indagaciones todavía continúan, el mando de la Guardia Civil ha reseñado que “más bien”, la intención de los presuntos autores al cometer estos expolios era la de guardarlos para después ponerlos a la venta, y no por encargo como en principio se pudo barajar. Con todo, el material ha sido entregado a la Diócesis y también al Ayuntamiento de Valdenebro, titular del arco románico robado, ya que Boós es una de sus pedanías y la ermita es de propiedad municipal.
Por su parte, Virgina Barcones ha alabado el buen hacer de la Guardia Civil, tanto en la Comandancia como en el Puesto de El Burgo de Osma, cuyos agentes han dado un ejemplo claro de la “perseverancia” para esclarecer y recuperar el patrimonio. Al igual que Velarde, ha insistido en lo preciso que es la colaboración ciudadana, clave en esta operación y una muestra de la “complicidad” de los sorianos con las Fuerzas de Seguridad del Estado. Igualmente, la delegada ha mostrado su satisfacción por la recuperación de las piezas, que son una parte de la historia y de la cultura de los pueblos.
En la rueda informativa, celebrada en El Burgo de Osma, el obispo de la Diócesis, Abilio Martínez, ha agradecido también la labor de Delegación y Subdelegación del Gobierno y concretamente de la Guardia Civil, tras una “encomiable” operación que conseguía devolver a su origen un patrimonio “fruto de la fe y de la cultura de todos”. También ha indicado que Osma-Soria se encuentra ahora documentando los inmuebles religiosos que existen también en núcleos deshabitados para ser inventariados.
Con todo, ahora comienza otra tarea no menos importante, la identificación y el origen de esta ingente incautación de piezas y la remisión de las mismas a sus propietarios.