San Saturio 2024: Programa, horarios y todos los eventos
La opinión de Carlos Castro, agricultor, en Soria Noticias.
La cuadra ocupaba la mitad de la planta baja de la casa. Estaba al final de un largo portal al que se accedía por la puerta principal, por ahí entraban los machos sudorosos después de un día de faena en el campo, y de que los lleváramos al pilón de la fuente a beber. Tenían el pesebre a media altura de la pared, en un escalón de adobe y piedra con una argolla a la que se ataba. Al otro lado estaba el Kiko, el perro, era el perro de las ovejas, cuántas veces le he oído decir a mi padre que no lo vendería ni por un millón de pesetas. Merece otra historia, pero fue un perro inteligente, con una oreja siempre caída y pelo largo, más bien feúcho, pero que solo le faltaba hablar.
Al lado del macho la vaca, más gorda y lustrosa que su vecino se ordeñaba todos los días para el gasto de casa. Y las gallinas no podían faltar, en un trozo de alambrado y tablas costeras de chopos de la ribera. Todos los días se soltaban al corral, y encima de ese cachivache para las gallinas había una especie de palomar ruidoso con nidos y pichones, a los que iba catalogando por su plumaje, en chichotas, cañones, pelo malo, pelo bueno... Hasta un alcotán tuve metido con ellas, uno que me encontré en un nido, y al que di de comer un verano entero y del que ya os contaré. También había sitio en el chotero debajo de la escalera para meter una oveja o dos con sus corderos. Se llevaban a casa las madres que no los querían, había ovejas que rechazaban a sus crías y les topetaban cuando iban a mamar, y había que sujetarlas para que mamaran hasta que los querían y salían adelante. Todo ese mundo, debajo de mi fría habitación. Y los gatos, siempre en casa entrando y saliendo. No sé qué tienen los animales que nos atrapan tanto, que nos dan paz, que te llenan... No privéis a vuestros hijos de tener cerca uno.
No, no les estoy hablando de otro mundo, esto era Soria hace menos de cuarenta años, parece increíble. Por eso hay que saber de donde venimos, para entender donde estamos y lo difícil que es encontrar un nuevo camino de hacia dónde vamos.