La carta del director de Soria Noticias, Sergio García.
Anda el Gobierno de Pedro Sánchez como loco por encontrar nuevos ingresos que le permitan costear su programa político. Los compromisos adquiridos (como la equiparación de los policías o la subida de las pensiones), el aumento del gasto social (exigido por Podemos y con el que el PSOE se siente tan a gusto), el electoralismo más descarado (plan de empleo especial para Andalucía) o la compra de los votos nacionalistas (asegura el ministro Ábalos que hay un déficit “de inversión del Estado en infraestructuras y servicios” en Cataluña) no salen precisamente baratos.
Buscan los socialistas la fórmula mágica para subir los impuestos y que no lo parezca, haciendo de trileros moviendo los vasos y tratándonos a todos de ingenuos con el uso del lenguaje. El caso más sonado ha sido el famoso impuesto de las hipotecas. El Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, para ser más exactos, del que hace un mes nadie parecía preocuparse y que ahora se ha convertido en símbolo. Vía decreto ley el ejecutivo de Sánchez ha legislado para que sean los bancos quienes lo paguen y ha prometido que no se trasladara al cliente final. Ingenuidad o engaño, elijan ustedes, porque está claro que los impuestos acaban repercutiendo directamente en el precio final de bienes y servicios pues no dejan de ser un gasto más que la empresa tiene que recuperar.
La prueba de que si repercutirá en el precio final es que en la nueva situación se exime a los bancos de pagar impuestos cuando den hipotecas al Estado, los partidos políticos, la iglesia o las ONG's.
Los impuestos tienen además una senda peligrosa, ya que cuando se suben son íntegramente trasladados al precio final mientras que, cuando se bajan, el efecto parece diluirse. Y para darse cuenta solo hace falta preguntarse cuánto han bajado las entradas de cine tras la cacareada reducción del mal llamado IVA cultural. Usted paga lo mismo, el estado recauda menos y los cines hacen el agosto.
El maravilloso mundo de los impuestos donde siempre paga el mismo; usted.