La deportista vallisoletana, afincada en Soria, del Triatlón Soriano despide su crisis personal mediante el deporte, el cual le ha “ayudado muchísimo”. Esta es la historia de una superación personal, la de la vigente campeona (plata en el Duatlón de Carretera) de Castilla y León.
Dicen los expertos que el primer paso para afrontar una adicción o una enfermedad es reconocer que padeces esa citada adicción o enfermedad. Después, tocará lidiar con ella, afrontará y superarla. Pero eso dependerá de la pasta con la que esté formado cada uno; cada una, en este caso. Esta es la historia de una superación personal. Con lo fácil que hubiese resultado “quedarse en la cama”, pero la deportista vallisoletana Marina Peña, quien defiende los colores del Triatlón Soriano, se ha encargado de ir difuminando la depresión por la que pasaba. El atletismo la ‘salvó’. Incuestionablemente, “el deporte ayuda muchísimo”. Prueba de ello es que Peña ha levantado a finales de esta temporada la copa correspondiente al Ranking femenino de Duatlón Cross. También ha logrado ser plata en el Duatlón popular de Carretera.
“El deporte me ha ayudado a superar ciertas enfermedades. Mentalmente, ayuda mucho”, valora Peña sobre la depresión por la que atravesó a raíz de una crisis personal. Vincula su superación al deporte, el cual le permite “tirar para arriba”. Gracias a él, no se queda “encasillada” o “encerrada en casa”. No quiere saber nada de quedarse “tumbada en la cama”, valora la atleta, aquejada ahora de lumbalgia. Está metida en el deporte “por circunstancias depresivas”. Este le motiva y le revitaliza.
853 puntos refuerzan el liderazgo que ha impartido Peña –como veterana femenina– en ese Duatlón popular que discurrió por ciertos parajes de Castilla y León. La segunda clasificada en el citado Ranking de Duatlón Cross, Inmaculada Velázquez, se quedó a 604 puntos de una incontestable Marina Peña. “Es una ganancia a base de esfuerzo”, asegura a Soria Noticias la deportista del Triatlón Soriano, quien desvela que ese título no tiene por qué ensalzarla como la mejor, sino que ella ha ganado por “la constancia de estar ahí” y por presentarse “a muchas pruebas”. Eso le permitió sumar muchísimos puntos. Según Peña, “la gratificación está en el esfuerzo por estar en muchas de las pruebas”. Tan sólo se quedó sin puntuar en Olivares, Béjar y Villamuriel. Aunque se presentó a todas, las pruebas “han de salir”. Es decir, “si no asiste un determinado número de gente se ha de suspender”, lamenta la campeona.
La integrante del Triatlón Soriano siempre ha estado entre las tres primeras del Ranking de Duatlón popular en los años en los que ha participado. Todos los cursos, subida a un escalón del cajón. Peña se batió en duelo contra Ema Pérez, una atleta “de élite”, quien le arrebató la primera plaza en el Duatlón de Carretera. No supuso un disgusto. Al contrario, orgullo. A Peña, que se dedica a correr por “hobby”, el atletismo no le da de comer y está “metida en un mundo en el que te codeas y corres con gente de mucho nivel”. La vallisoletana afincada en Soria dio el nivel en el Duatlón Cross de Castilla y León. Saca pecho: “¿No está mal, verdad?”, ríe. Le llena el hecho de sobrevivir entre gigantes. “Me motiva”, expresa. Nunca está pendiente de correr tantos metros reflejados en tantos minutos. El reloj no es una prioridad. Sin ser meticulosa cuando da zancadas, “procuro sufrir lo menos posible en la carrera. Salgo a disfrutar de la prueba y del ambiente. Que tienes premio, pues más contenta”, resume. Doble satisfacción. Apunta que se arriesga “según mis límites”. Porque ella vive de su trabajo, el que le permite ser heroína y un ejemplo de superación ciertos fines de semana en parajes castellanos y leoneses.
Peña apuntala el flamante éxito y el repunte, aunque a veces sea necesaria una mayor incursión de más participantes, de las competiciones populares. Demuestra que la experiencia es un grado. “Si ésta puede, ¿por qué no voy a poder yo?”, ejemplifica la veterana atleta sobre la participación en escenarios donde priman las zancadas de deportistas corrientes. Critica que no se les dé apenas coba a las féminas que compiten en trazados populares. Denuncia la falta de repercusión: “No les dan lo mismo. Apenas se habla de ellas”, corrobora. “Sé que en Soria hay muchas mujeres que salen a correr y a rodar con la bici, y no compiten. Podrían hacerlo”, precisa.
Peña se hizo muy fuerte en los circuitos que discurrían por Soria. Metió en su saco ganador 100 puntos obtenidos en la capital, los 100 puntos de Covaleda y otros 100 de Almenar. La del Triatlón Soriana valora positivamente glorificar el nombre de Soria, ya que ella ha permitido, con la consecución de ese campeonato, “dar a ver” el nombre de esa tierra castellana. Sus hijos son sorianos.
Miles de recuerdos invaden la cabeza de la atleta veterana, a quien le resulta imposible seleccionar sólo un puñado de anécdotas relativas al Ranking de Duatlón Cross. “Hay muchas anécdotas y son muchos los recuerdos. Hay ciertas carreras a las que hay que ir, por el ambiente, sobre todo”, matiza. Quizás, la carrera de Fuentemolinos (Burgos) marcase especialmente a la deportista afincada en Soria: “El circuito tiene una subida muy fuerte que no la puede subir todo el mundo. Este año iba con la intención de subirla y el barro me echó para atrás”, desvela. Sin embargo, “cada una (pruebas) tiene su punto”. La de Covaleda no es que le disgustase –la corrió con aplomo–, pero la compitió en solitario. No había nadie a su alrededor. Peña sabía que lo único que debía hacer era “finalizar la carrera”. A Peña le atrae que “haya participación”. Se siente incómoda cuando trota sola.
“La bici se me da bastante mejor que el correr”, manifiesta la vallisoletana. Se mueve “mejor” sentada en el vehículo. A través de su sillín, se ha dedicado a sacarles mucha ventaja a las demás. En bici, la cual le genera estabilidad, es capaz de acortar “seis minutos, por lo menos”. Ese efecto transcurrió, entre otros circuitos, en la prueba disputada por El Pinarcillo (Valonsadero). Ella se siente segura rondando y circulando por los parajes y las carreteras castellanas y leonesas, pero insiste en la importancia que supone dejar el metro y medio (1,5m) de distancia lateral de seguridad entre bicicletas y turismos. "Los ciclistas no podemos salir con miedo a las carreteras", apuesta.