¿Llega la agrofobia?

La decisión del Ayuntamiento de Cidones de modificar las normas urbanísticas de la localidad, por el rechazo a la ubicación de una granja porcina, pero que en la práctica podría suponer la anulación legal de la actividad agrícola y ganadera, según ASAJA, “ha saltado todas las alarmas del sin sentido”, provocando una contundente reacción por parte de esta organización agraria, con la que quiere “cortar” un acoso “absurdo” y “demagógico” contra el sector porcino, que puede tener consecuencias serias para el sector agrario, por una agrofobia que no está en la realidad del sector y que se ha instalado en la “radicalidad”.

ASAJA, que ha recurrido el cambio de normas urbanísticas y usos del suelo en Cidones, también ha querido defender el sector porcino, dentro de su campaña anual ‘Estas Navidades consume y regala productos de Soria’, al elegir los productos derivados del cerdo.

No obstante, la organización profesional agraria sí quiere llamar la atención sobre las recientes actitudes de rechazo a la ubicación de granjas, concretamente en Cidones y Andaluz, basadas y alentadas por argumentaciones que no responden a la verdad, según ASAJA y el resto de organizaciones agrarias.

Sentido común

ASAJA recalca que puede entender rechazos y oposición a ubicaciones concretas de granjas, sobre los que los responsables tendrán que tomar una decisión, en base a la rigurosísima normativa que existe y al sentido común. Pero advierte del temor a una agrofobia suicida e irracional en la provincia de Soria.

De todos modos, en el caso concreto de la solicitud de la instalación de una granja porcina en el término de Cidones, en las cercanía del pantano; en la organización lamentan que el Ayuntamiento no haya querido apoyar una solución de traslado de la ubicación, planteada por el ganadero emprendedor, a lo que el Ayuntamiento se ha cerrado en banda, según aseguran estas fuentes.

Mientras plataformas como ’Por una Soria verde’ o la Asociación Fueros de Andaluz denuncian los efectos de las granjas, por sus malos olores y una supuesta contaminación de los acuíferos y de emisiones de metano o nitratos; diferentes voces del sector porcino soriano insisten en la falsedad de ciertas afirmaciones -respecto a la conservación medioambiental-, y en la trascendencia económica y social para la provincia, del desarrollo del sector poricino.

La propia organización profesional agraria (OPA) ha elaborado un informe, en el que recuerda que 60 empresas de la provincia tienen una relación directa con el sector porcino, con una facturación de más de 175 millones de euros, que dan empleo directo a más de 800 trabajadores, a los que hay que sumar más de 250 trabajadores autónomos.

Contra la despoblación. En el año 2017 la población de Langa de Duero ha crecido en 13 personas, gracias a las familias de los trabajadores de una nueva granja porcina. El número de habitantes había descendido en 126, de 2008 a 2016.

En su conjunto, señala el informe, el tejido en torno al sector porcino provincial ocupa a más de 1.200 sorianos de forma directa, y se estima que a más de otros 400 de forma indirecta (transporte, servicios, construcción...).

Tras destacar la “absoluta importancia” del sector porcino para la provincia y su futuro, por su peso en el desarrollo del medio rural, la OPA también es consciente de lo que hay que mejorar, de atender las demandas y preocupaciones sociales, pero “fuera de posiciones extremas y radicales”.

Este parece que es el camino razonable que hay que seguir, el del diálogo y el consenso, porque el fortalecimiento del sector porcino en Soria es compatible con la sostenibilidad medioambiental o el turismo; y la actividad agro-ganadera seguirá siendo la principal actividad del medio rural soriano, y del que dependerá el futuro de lo municipios sorianos. Por eso, todos los agentes agrarios destacan la importancia de que Soria no se descuelgue de la vanguardia ni del liderazgo del sector porcino, que traerá nuevas oportunidades económicas.