Nada es para siempre

De las cosas que no sirven para nada y sólo producen gastos hay que deshacerse. Y cuanto antes. Lo mismo pasa con las instituciones: hay algunas que enriquecen la vida en sociedad como la propia democracia, otras que son necesarias para el modo de vida que hemos elegido, como el sistema parlamentario, y otras que son un mal menor pero también necesario como el sistema de elección en la Ley electoral.

Pero hay otras que no sirven para nada (o para nada bueno) y es mejor prescindir de ellas como la monarquía española. Es obvio que el rey emérito se ha hecho súper rico desde el trono, y trabajando nadie se hace rico.

Es obvio que su moralidad dejaba mucho que desear engañándonos TODA la familia real como si fueran una dechado de virtudes, cuando su historia es una historia de cuernos y desavenencias (como la de muchas familias).

Y es obvio que el actual rey y su corte de nada nos sirven. Ya no existe el NO-DO y por tanto ya no hacen falta las crónicas reales. Y a la democracia no le aporta nada. Y a la convivencia tampoco. Y si es el símbolo de la unidad de España, pues hace aguas por todos los lados.

No estoy en contra de la monarquía, pero si de nada sirve a la sociedad de la que vive ¿para qué la queremos?. Pues república, ¿o no?