El sindicato instalará en el cementerio del Espino una placa conmemorativa para tener presente la “memoria colectiva que estas personas y sus ideales comportaban”.
El Sindicato Único de la CGT de Soria ha previsto para este sábado, a las once de la mañana, y en la tapia que separa el cementerio viejo del nuevo del Espino, en conmemoración de las personas asesinadas y represaliadas durante la infame Guerra Civil. Un acto que también hará hincapié en “la no menos deleznable dictadura que le sucedió por el mero hecho de ser libertarias o pertenecer a un sindicato anarcosindicalista”. Para ello será instalada una placa de homenaje en dicho lugar.
Para CGT conmemorar significa recordar, y de ahí la intención que pasa por remarcar que “el oprobio de los verdugos no se limitó a asesinar a estas personas, cuyo ideal, no lo olvidemos, era la fraternidad de la raza humana, sino que tenía también la intencionalidad de borrar de la memoria colectiva lo que estas personas y sus ideales comportaban”.
El acto no solo se limitará a “hacer justicia” con las personas caídas por la causa libertaria, sino que los presentes honrarán su muerte y su vida, deshaciendo así “una de las infamias a las que los asesinos facciosos las quisieron condenar: el olvido. Un olvido que se ha prorrogado durante demasiado tiempo: 82 años de ignominia e injusticia impuestos por un régimen atroz, que sentó sus bases en el asesinato y el terror, seguido por su heredero, cuyas raíces han crecido en el sustrato del silencio” han señalado en la organización sindical.
Pese a que en CGT desconocen el nombre de todas las personas “abatidas por el odio” en esta tapia, pero sí saben que el fotógrafo anarcosindicalista Manuel Blanco Sampedro fue muerto aquí el 17 de agosto de 1936. Un óbito que devino “por las mismas manos que acabaron con la vida de Juan Antonio Gaya Tovar, padre de Juan Antonio Gaya Nuño, y otros presos republicanos. También sabemos que Hilario Borobio Cuenca, trabajador cenetista del pantano de la Cuerda del Pozo, fue ajusticiado en este mismo lugar en 1938”, han significado.
“Sirva este homenaje para traer a la memoria, no solo a las víctimas, sino también el ideario luminoso que el ogro fascista quiso enterrar junto con nuestros compañeros”, han concluido los organizadores.