Octavo triunfo consecutivo para el líder, el Balonmano Ágreda, en la Primera Nacional Femenina de Aragón a pesar de que las de Vera acusaron, en forma de “despistes”, la vuelta tras el parón navideño.
El Balonmano Ágreda tiene un camino confeccionado a base de miguitas de pan, el cual que acaba en la consecución de su primera Liga para el Sénior femenino. Mostrando una actitud recta y firme, no quieren detenerse en merenderos. Tras el parón navideño, las Guerreras del Moncayo lograron el pasado sábado su octavo triunfo consecutivo (33-14) ante el Balonmano Almogávar, manteniendo así las distancias en la Primera Nacional Femenina de Aragón. Son líderes (17 puntos); lo asumen con naturalidad.
A pesar de la holgada victoria, al BM Ágreda le salvó que las zaragozanas no sean un rival de ‘su Liga’. A modo de resumen, el BM Ágreda-BM Almogávar fue un partido que estuvo marcado “por la vuelta tras las vacaciones”, analiza Juan Carlos Vera, preparador de las sorianas. Las Guerreras acusaron “la falta de rimo”, propia del regreso postvacacional y anduvieron un tanto “despistadas”. Además, Vera reconoce que las suyas “no estuvieron al nivel, a nuestro mejor nivel”. Les costó “entrar en el partido”. Faltó un dinamismo que se quedó debajo del árbol navideño. Una entidad, que siempre es luciérnaga, vio cómo se le apagaba la luz en los primeros lances de la novena jornada de la Fase Regular. Durante una primera mitad “muy mala”, “estuvimos totalmente fuera del partido: muchos despistes, pérdidas de balón y demasiadas precipitaciones”, critica Vera. Como balance general, 18-9 al descanso. El míster soriano siempre exige “el nivel” que imparten normalmente las de la Vila de las Tres Culturas.
Desajustarse para volver a ajustarse. Las Guerreras se enchufaron a tiempo tras su paso por los vestuarios. “Después de concentrarnos un poco más, el equipo salió mucho más mentalizado, dispuesto a realizar ese juego que practica normalmente”, valora Vera, quien apostilla que “en la segunda parte estuvimos mucho mejor”. El 33-14 final dio fe de esa mejoría latente.
Vera denuncia que “últimamente venimos de una época complicada”. El míster soriano achaca ese factor a que “después de la Jota (32-19) nos dio tal subidón que nos hemos llegado a relajar en los partidos siguientes: el Colores nos dio un toque de atención y en ciertas fases contra el Maristas no estuvimos bien”. El BM Ágreda acaba machacando porque “es superior”, pero no “terminamos de jugar y hacer unas cosas que deberemos hacer bien cuando lleguen los partidos decisivos”. Vera alega que las Guerreras del Moncayo fueron “un equipo muy sólido en la primera vuelta”. A raíz de ese alegato, teme por que se dé el trabajo “por medio hecho” en la segunda y en la tercera vuelta de la Liga aragonesa. Echa de menos “aquella concentración” que caracteriza al Sénior femenino.
Con la atenuante de que “queda todavía mucha Liga”, el BM Ágreda ha de estar “a su máximo nivel” en los partidos decisivos. El próximo 20 de enero (BM, Cristo Rey-BM Ágreda) se clausura la segunda vuelta y se inicia la tercera. Última fase por un título de Liga que depende exclusivamente de las Guerreras. “Hemos de volver a mostrar intensidad, que la hemos bajado un poquito. Nos falta concentración. Pero sí que es verdad que cuando el equipo necesita exprimirse, lo consigue. Pero, puede ser que eso no sea suficiente algún día”, acaba Vera.