Revolución femenina en Garray: una primera vuelta señorial

¡Bendita revolución universitaria! Desde las aulas del Campus de Soria surgió un brillante plan futbolístico que rompería con las normas establecidas. Se transgredió la normalidad sufrida en la provincia castellana: el Club Deportivo San José femenino fundaría, en verano de 2018, la primera y pionera escuadra femenina, ausente en Soria hasta entonces. Castillos en el aire y dudas en San Juan de Garray: ¿la entidad colegial había creado una especie de ‘Banda del Patio? Nada más lejos de la realidad. El bloque femenino, trazando una trayectoria prácticamente impecable (nueve triunfos, una derrota y tres empates), se ha instalado arriba, en una ‘Liga’ de cuatro, y cree que el salto de categoría es posible. Sí, han leído bien: apuestan por un ascenso. Y si la “familia” permanece unida…

Sin apenas descarrilar, todo es posible en este tren, ideado por Itxaso y Bea Villar, que conduce María Uriel hacia el infinito y más allá. No hay una ruta fija todavía –las tripulantes, mientras dan por buena una holgada permanencia, no quieren creer demasiado en el ascenso, por si las moscas–. Sin embargo, un sinfín de pasajeros se han subido a bordo, poblando sábado a sábado, o domingo tras domingo, las gradas de una estación apodada San Juan de Garray, el templo de la insurrección femenina.

Según María, ‘mágica', Uriel, “está claro que el de la primera vuelta es un balance positivo, no sólo porque haya equipo femenino ya, sino porque nos vemos arriba de la clasificación”, manifiesta la voz más autorizada a pie de campo. La calidad y la sobriedad de este San José están en los pies de 'Uri'. Las nueve victorias y los tres empates han situado al bloque soriano en la cuarta plaza (30 puntos). La única derrota (1/12/18 ante el San Pío X, 0-4) pone de relieve que las blanquiverdes no tienen techo alguno. Si Uriel, Milena, Miriam, jovencísima revelación adnamantina de 15 años, y Elisa Ayuso, quien ya ha sido convocada por la selección sub-15 de Castilla y León, mantienen el nivel, este San José opta a todo.

Un elefante en una cacharrería

La estructura femenina destapó la caja de los truenos en un devastador arranque: cuatro triunfos seguidos, 18 dianas en estos (manteniendo una media de 4’5 tantos por partido) dos dobletes consecutivos de Miriam Andrés, cuatro demostraciones seguidas de cómo jugar al fútbol en casa, etc. Sólo un puñado de céntimos de euro depositados en el porvenir de un conjunto femenino que se ha dedicado a coser labios con cremalleras. “Ha acabado por sumar todo. Desde el primer momento, hemos hecho una gran piña. Callar bocas nunca viene mal, porque siempre hay que luchar por tener los mismos derechos que el resto”, decreta ‘Uri’. Contrastadas con el póker de Alba Maldonado, capaz de anotar también un doblete y un hattrick en el encuentro más plácido para el San José (0-10) este curso en Ávila, y sujetadas por su ángel de la guarda, Milena, las féminas se han levantado ruidosamente en el fútbol castellano y leonés.

A domicilio, no conocen la derrota (dos empates y cuatro victorias) y en San Juan suman 16 puntos de los 21 posibles. Este elefante en una cacharrería pasa a centrarse en una ‘Liga’ de cuatro (Atlético Lince, CD Navega, San Pío X y el propio San José). Se ‘olvidan’ del resto y focalizan todos sus esfuerzos en esos cuatro primeros cajones de la tabla, su ‘Liga’. Así lo ve, también, una de las capitanas: “Es tan fácil y complicado, al mismo tiempo, poder ascender… Pero, no nos cerramos las puertas”, valora Uriel. En un principio, el ascenso no era el “objetivo” de un “equipo en creación”. El hándicap que más pesa en una mochila súper ligera, con pocas piedras, recae en el hecho de no haber podido ganar a los tres primeros clasificados (derrota ante el San Pío y empates contra el Lince y el Navega). En la segunda vuelta, las féminas sorianas recibirán al Navega en casa y les tocará lidiar lejos de San Juan contra el San Pío y el Atlético Lince. “Las de arriba son las que más dolores de cabeza nos van a dar”, vaticina la estrella soriana. Cree que “fuera de casa, solemos jugar un poco mejor”.

Haciendo autocrítica, “todavía debemos estar más juntitas a la hora de jugar y poder decidir mejor nuestras acciones ofensivas”, analiza Uriel. Mientras experimentan con dibujos y sistemas variados a lo largo de este proceso futbolístico, esta “familia” se aviene sobre el verde. Se entienden. Practican un fútbol atractivo, aunque a veces pequen de mostrar demasiado ímpetu. Les cuesta tirar desde fuera del área y, en contadas ocasiones, la puntería les es esquiva. Han marcado 44 goles (son las que menos goles suman, en comparación a las tres que las preceden) y han recibido 11 dianas. No se descartan nuevos toques de atención de María Uriel cuando su equipo no rinda al nivel que puede rendir: “Si hay que gritar, se grita. Pero, sobre todo, hay que animar”, puntualiza ‘Uri’ sobre un "colectivo" muy colegial.