De Miguel presenta la PPSO como “un partido de concentración provincial” y abandera la discriminación fiscal

Se ha levantado la polvareda de una Soria que se encuentra “en una zona de sombra”, según el parecer de José Antonio de Miguel. No cabía ni un alfiler en la puesta en escena que se ha ejecutado durante la jornada de hoy, pasadas las 12:00 horas. En una segunda planta del Centro Cívico Bécquer abarrotada, en la que era mucha la expectación depositada ahí, se presentó en sociedad la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO). Se trata un partido “reformista y de centro” que tiene como fin esencial “el progreso político, económico y social de Castilla y León de sus municipios y de sus provincias”. En su comunicado escrito, la PPSO hace una mención y un reconocimiento especial “por la provincia de Soria y la calidad de vida de sus gentes”. Velará “especialmente” por ella. Avisó de Miguel que “todavía no hay ningún candidato definido” y serán “las bases” las que “decidan y voten” el progreso de la PPSO, la cual se encamina a las próximas Elecciones Provinciales y Muncipales de mayo, en la sociedad soriana.

La hoja de ruta es clara. Serán “reivindicativos” y apuntan a “lograr inversiones, crear infraestructuras y servicios que sirvan para situar a Soria en el lugar que le corresponde”. Con el pretexto de trabajar “por y para Soria”, la andadura de la PPSO echó a andar mientras una serie de caras conocidas (Ascensión Pérez, alcaldesa de Almarza, Antonio Pardo, exalcalde de El Burgo de Osma y expresidente de la Diputación, Jesús Elvira, Montserrat Torres o la alcaldesa de Garray María José Jiménez) eran partícipes de “los motivos que mueven a la PPSO”.

En una mesa constituida por cuatro figuras (Rebeca Valderrama, valor activo de la política en Golmayo-Camaretas, Laura Díez, concejala del Ayuntamiento de Almarza, Alejandro Álvarez, quien representaba el sector joven, y José Antonio de Miguel, presidente de la PPSO y actual alcalde de Almazán) se dio forma a los ‘medicamentos’ que deberían paliar “la triste situación de Soria”, resumió de Miguel. Porque “Soria no aguanta más y se merece un futuro mejor”, decretó el primer edil del consistorio adnamantino. Escapando del dramatismo y en tonos bromistas e irónicos, se procedió a arbolar una propuesta en firme:

Soria, “castigada por el abandono institucional”

El actual presidente de la PPSO recordó sus andanzas por la política soriana; una política que “si no se siente, no se puede ejercer”. Rememoró el levantamiento de su Cabanillas (cuando “no había ni luz ni agua corriente”). Fundó ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores). Para de Miguel, “ser soriano es un privilegio, pues de Barcelona o Madrid puede ser cualquiera”.

A continuación, empezó a disparar y a disipar los argumentos de la PPSO, que ha saltado hasta la primera línea de la actualidad política y soriana. Tejió con muchas preguntas su discurso. “Soria está castigada por el abandono institucional”, contextualizó. En una serie de reproches a la Junta de Castilla y León y al Estado, “la A-15, ¿cuándo la terminarán?”, se preguntaba. Consideró que el órgano castellano y leonés se “ha portado insolidariamente con Soria”. Sobre los asfaltos de Soria aseguró que “las carreteras de Soria son las más inseguras” del entramado nacional. También tuvo palabras para otra línea de circulación, “¿qué pasa con el tren?”, lanzaba. Denunció la “inexistente conexión con el AVE”, pues esas promesas nacionales se las llevó el viento. “¿La han visto ustedes?”, ironizaba. Por pedir que no sea, y de Miguel sueña con un reto grandilocuente: “¿por qué no luchar por un aeropuerto?”.

Asimismo, se cuestionaba la “política” que se está “haciendo por Soria”. Sintiendo “vergüenza” por una Ciudad del Medioambiente, lamentó que los polígonos de Soria estuviesen “parados”. También analizó que las “medidas” sobre el medioambiente soriano, en una ganadería extensiva condenada a la desaparición”, por ejemplo, son “raquíticas”.

Prosiguió cargando de nuevo contra la Junta. “¿Dónde estaba cuando cayó la fábrica de Norma?”, cuestionaba el que a la vez criticaba “el trato desigual” que padece Soria. Sobre el Plan para la provincia castellana –el Plan Soria–, “sólo han llegado 3 millones”, desvelaba de Miguel, quien puntualizaba que “se habían presupuestado 80”.

A tenor de lo desarrollado sobre el Hospital del Santa Bárbara, de Miguel consideró que se trata de un Hospital de primeros auxilios”, debido a su precariedad. Pidió levantar un complejo sanitario “acorde del Siglo XXI”. Al presidente de la PPSO le “huele mal la depuradora” de la capital soriana.

De Miguel, quien puso su cargo presidencial “a disposición” de las bases que conforme la PPSO, se vio capaz de exigir “saldar la deuda histórica con Soria en los presupuestos de la Junta”. Abogó por “pagar menos impuestos”, ya que Soria dispone de menos materia y material que sus otros vecinos castellanos y leoneses.

La PPSO es un partido “abierto” y “de concentración provincial” que buscará sacara “5 procuradores” en las próximas elecciones de mayo. Porque “ha llegado la hora de dejar la resistencia numantina y pasar a la acción”, reconoció de Miguel.

La intervención de Pardo

Antonio Pardo recogió el guante que le lanzó de Miguel, el de “pasar de las musas al teatro”. El exalcalde de El Burgo de Osma pidió “dar un paso más” por Soria, pues “el futuro debemos hacerlo nosotros”. Para Pardo, quien participará y colaborará con la PPSO, “la única ideología aquí es Soria”. El que está “integrado” a esa Plataforma desveló que “los partidos de corte nacional no son la solución para Soria.

“El único tren que lleva a Soria”

Desde el sector joven de la PPSO, Alejandro Álvarez creó en su día ‘Renueva Soria’, pero les faltó “financiación” y no quisieron “recurrir a Venezuela”. Apostó por quedarse en Soria y combatir “contra esa compañera silenciosa, la despoblación”.

Situó el problemático contexto alegando que “uno de cada dos sorianos se va”. Él se queda. Picó en la mesa y lo exclamó: “¿Los sorianos tenemos el futuro que nos merecemos? ¡Pues no nos lo merecemos!”, gritó. Ve el “futuro muy negro” y se ha subido “al tren de la PPSO” porque “es el único tren que llega a Soria”, narró con retintineo.

Sin señal

La concejala en el Ayuntamiento de Almarza, Laura Díez, explicó que “no es fácil acceder a un pediatra o al médico de familia”, pues “como no hay pacientes, los médicos no quieren venir a Soria”. Reivindicó “el derecho igualitario de la ciudadanía soriana” y la paridad “entre hombres y mujeres”. Denunció “la cobertura” y la “señal” de algunos puntos geográficos sorianos a los que Internet les da la espalda. “¿Se puede vivir sin estar conectados”?, se preguntó.