Radicales

A parir han puesto en las redes a esta humilde concejal, por pedir que se retire de la campaña cultural a Albert Pla, ese “artista” que proclama a los cuatro vientos que siempre le ha dado asco ser español, que le gustaría que en Gijón se estudiara el catalán por cojones, igual que les pasa ellos con el castellano, o que le gustaría salir a la calle y que le parara la policía, quitarles las armas, matarles, y que la gente le aplaudiera y dijera que muy bien hecho porque se lo merecían.

Servidora, en su incultura, pidió que por favor se retirara el espectáculo de este señor de la programación, porque hombre, a una le va la marcha hasta un punto, y pagar porque me insulten me parece el colmo, será porque carezco de sentido del humor, que es lo que al parecer nos pasa a los derechas. Y en mi incultura, no entiendo tampoco cómo las redes se llenan de gentes que me llaman inquisidora, censuradora, pantojista y cutre, cuando con toda humildad he manifestado que frente al derecho a la libertad de expresión de este pretendido intelectual y artista, está el derecho -y me atrevería a decir que la obligación- de las administraciones de esta “España de mierda”, según sus palabras, a no contratarle.

Y en mi incultura, incido en que si a Albert Pla le gusta vivir de la provocación, me parece correcto, pero en su casa y con su dinero, no con el de estos españoles de mierda. Porque a una, en su incultura, le gusta su país precisamente por su diversidad, el castellano por su riqueza, y aún recuerda cuando en España se mataba a policías. ¡Qué falta de sentido del humor!