Crónica Numancia-Lugo (3-0): Siguiendo la estrella de David

Llegar y besar el santo. Gracias a David, el Club Deportivo Numancia practica la lengua hebrea y se reconvierte al judaísmo. Rodríguez, tras una asistencia de cuchara de Fran Villalba, clavó la primera que tuvo en Los Pajaritos. Sangre de ‘9’, olfato de goleador y el cuadro soriano deja el descenso a ocho puntos, a falta de que el Extremadura dispute su correspondiente partido. Nacho y Guillermo sentenciaron y ofrecieron el postre (3-0) a una grada que acabó mostrando, al fin, felicidad. En una tarde gris y espesa que se mimetizó con el papel que interpretó el Lugo, el Numancia obtuvo su segundo triunfo consecutivo en la nueva sinagoga de David.

Los Pirineos del Duero, en los que había caído una nevada magistral en la madrugada de este sábado, enseñaban nuevamente un choque directo por evitar el descenso en Los Pajaritos. Anteriormente, por esa estación de esquí pasó el Córdoba (3-2) para acabar claudicando ante el cuadro soriano, el cual solventó esa primera bola de set. Alegando su buen fútbol y su posesión monótona, el Numancia y el Lugo comparecían en otra de las tantas tardes frías de enero en Soria. El balón y el dominio, por delante; los atenuantes, por excelencia y decreto, de la situación clasificatoria por la que atraviesan ambos.

En el skating de Soria, el mandato con la bimba en los pies estaba a la vista de todo el mundo. ¿Quién de los dos impartiría más y mejor su monólogo titulado ‘posesión’? Se fija López Garai, de la Escuela de Pep Guardiola, en uno de sus homólogos que dejó “su poso” en Lugo, Quique Setién y eso transciende luego al juego de su Numancia. Un spoiler se ponía de manifiesto antes de que rodase el balón en un Los Pajaritos que veía nevar ligeramente antes de las 16:00h: quien ganase, si es que no se firmaban las tablas, lo haría con la posesión controlada.

En las inmediaciones del feudo rojillo, a Moisés Israel le pitaban los oídos. El ‘Caso Dividendos’ trae cola y promete ser más largo que un día sin pan. La pancarta del Orgullo Numantino, “No a los dividendos”, se veía corroborada por un padre que le explicaba a su hijo que la nueva directiva “se está repartiendo la pasta”. Esa especulación no casa con Aritz, quien se ocupa sólo del fútbol en Soria. Sin titubear, David Rodríguez, el nuevo chubasquero contra la sequía, se colocaba en la punta de la lanza, mandando a Viguera a la grada.

Imprimía su propio discurso el Numancia en los primeros compases del compromiso liguero en Soria. Tenía el partido controlado sin generar apenas ocasiones de peligro. Tampoco las concedía. Sin contratiempos que defender, poco tardaría en aparecer el nuevo depredador de Talavera de la Reina. El 1-0 lo fabricó Fran Villalba en el minuto 11: levantó la cabeza, abrió los ojos y se la puso de cuchara a David Rodríguez, quien sólo tuvo que controlarla y definir con frialdad.

No se conformó el Numancia y fue a por el segundo. Lo rozó Yeboah. Arrancó la Vespa el de Accra para entrar como un todoterreno en el área lucense. Estaba escorado, pero su posterior lanzamiento hizo intervenir a Juan Carlos. Corría a sus anchas el ghanés, quien esta vez sí tenía el vértice diestro a su libre disposición.

Daba un paso al frente el Lugo y Yaw Yeboah se quedó a expensas de cazar los contragolpes que fuese capaz de arbolar el Numancia. Se tuvo que disculpar Alain con Yaw, pujes el ‘15’ se llenó de balón y no vio cómo el velocista africano estaba con la caña a punto en el segundo palo.

Se enfriaba el encuentro –lo dormía el cuadro numantino– y Pita lo volvió a calentar tras soltarle un codazo al rostro de David Rodríguez, quien hizo la croqueta por el verde. El cuadro de Alberto Monteagudo intentaba replicar sin éxito. Parte de las acometidas visitantes, en las botas de Lazo. Una de sus concesiones se paseó por la boca de la portería defendida por Juan Carlos Sánchez, quien sólo pudo ver cómo ese esférico se perdía sin que lo aprovechase ningún futbolista gallego.

La tarde se volvió gris, se desprendió de nuevo la nieve del cielo, latía un 1-0 en Soria y el Numancia cerraba una parsimoniosa primera mitad. En la reanudación, el Rey David quería más rock and roll; le puso a Alain Oyarzun el 2-0, pero el testarazo del de San Sebastián acarició las nubes sorianas.

Adentrándose el choque en una fase REM, el Numancia jugaba con el corto marcador y con la timidez de un Lugo muy hierático. En medio de esa somnolencia, Nacho fue el más avispado de la clase. El vertical extremo, recién ingresado al verde, no desaprovechó el regalo de Malagón. El zaguero lucense rifó un balón que le cayó a Nacho. En velocidad, el ‘11’ se la picó a Juan Carlos para materializar el 2-0 y la sentencia en el minuto 59.

Debutaba Gus Ledes con el ‘20’ en la espalda, ocupando el lugar de un aclamado Pape Diamanka. La grada, consciente de la importancia y la valía del senegalés, despidió al futbolista al grito de “¡Patxi, quédate!”. La renovación del africano se alarga; el cariño que le profesa Los Pajaritos no tiene fin.

Al ‘Pichu’ Atienza se le escapaba el 3-0, pues un defensor lucense le sacó de entre los tres palos su cabezazo en forma de misil. Intranscendentes minutos finales: buena señal para un Numancia que no sufrió lo más mínimo durante la contienda.

Encontrando más espacios ante un Lugo más expuesto y con un hombre menos tras la roja directa que vio Escassi tras una dura entrada sobre Lazo, Guillermo acabó de cerrarle la puerta de la nevera al Lugo: centro de Oyarzun y testarazo de Willy al primer palo. Amarrando el seis de seis en Los Pajaritos, segunda victoria consecutiva en casa para la entidad rojilla, la cual no sabe lo que es perder (dos triunfos y un empate) en esta segunda vuelta. Bocanada de aire fresco para el proyecto de Aritz López Garai.