Lógica

La utilización que se está haciendo del tema de la inmigración como arma política, merece una reflexión. Todos creemos que la situación ha llegado a un punto donde es necesario un control y una normativa clara que regule la llegada de personas a España. Entre las expulsiones masivas que propugna VOX y el welcome home inmigrantes de Carmena, existe un término medio, que es el de la lógica que propugna el Partido Popular. Luego está Pedro Sánchez y su doble moral diciendo que todos somos criaturitas del Señor, sobre todo cuando el foco mediático y los ojos de 600 periodistas están atentos a la llegada del Aquarius, ese barco que negó en varias ocasiones y que acabó aceptando junto con el brillo de los flases. Ahora, si a los refugiados que recogió el pesquero “Nuestra Señora Loreto” los sueltan en Malta, mejor, y si puede impedir la salida del barco de rescate Open Arms o Maydayterraneo de los puertos españoles para realizar su labor humanitaria, mejor que mejor.

¡Qué tipo tan sorprendente! No se puede dejar a seres humanos a la deriva por el Mediterráneo, pero tampoco se puede consentir políticas que fomentan en muchas ocasiones, vía subvención o prestación, la no integración de estas personas al mercado laboral y por tanto social. No se puede renegar de la protección al débil, pero sí se puede protestar contra ciertos abusos propiciados por malas políticas en esta materia, y que la sufridísima clase media de este país conoce y está cansada de soportar. Por este motivo, el discurso xenófobo de ciertos partidos emergentes encuentra en muchos su caldo de cultivo, y por eso, frente a la demagogia de cualquier signo, conviene aplicar la lógica.