No nos entienden

Me sorprende la escasa capacidad de los partidos políticos y de sus cargos influyentes para saber analizar y comprender lo que pasa en Soria.

El análisis que hacen los partidos tradicionales es el siguiente: Digamos que luchamos para combatir la despoblación, digamos que necesitamos autovías, y así estos pobres sorianos, nos volverán a votar. Siguen sin entender que no es cuestión de vender motos. Ya hemos comprado muchas y ya no tenemos ganas de más.

Siguen viviendo en la nostalgia de tiempos pasados en los que nadie levantaba la voz, y nos conformábamos con que los políticos acudieran a la caldereta popular de las fiestas... ¡así les va! Luego parecen sorprenderse, incluso indignarse de la aparición de nuevos partidos, tanto nacionales como provinciales. ¡Por favor qué desfachatez! Partidos que les van hacer repartir el pastel. Pobres ilusos…

Un claro ejemplo lo tenemos en el Partido Popular soriano, indignado por aquellos que se han ido y que osan formar un partido provincial. Igual tenían que pensar lo que llevan sembrando durante años. Ahora empezarán a recoger su “fruto”, Mismo caso pasa con el PSOE... ¿Quiénes serán estos atrevidos que intentan por el lado izquierdo, perturbar la paz en el reino de la ciudad de Soria? Allí el máximo mandatario socialista no conoce la derrota en la última década.

¿Nadie se da cuenta que necesitamos con urgencia, no promesas del “voy a pedir por Soria”, una estrategia clara, que lleve a un consenso de todos los partidos y que incluya una hoja de ruta, gobierne quien gobierne?

Necesitamos una estrategia donde se planteen los desafíos, que trate de hacer llegar sin impedimento las ayudas europeas para nuestro territorio, para nuestro despoblado altiplano soriano. Necesitamos ayudas para los autónomos y pequeñas empresas y no a las grandes firmas...y sobretodo necesitamos creer, creer en algo...no en alguien.

Nuestro futuro pasa por que los partidos y sus dirigentes entiendan y sobretodo escuchen a los que sufren por mantener sus puestos de trabajo y sus pequeñas empresas, más si cabe si están en el medio rural. Todo esto es lo que no se ha visto, y lo que genera ese descontento, desasosiego, malestar y tristeza. Que nunca, y menos en Soria, será desilusión y nos hará bajar los brazos. La sangre numantina sigue estando presente. En definitiva lo que he querido hacer ver es la incapacidad de los partidos, sobre todo nacionales y tradicionales, por comprender el sentir de la sociedad soriana, maltratada a lo largo de las décadas.

Quiero, en un futuro, poder mirar a los ojos a mis hijos y decirles que lo hemos intentado, cada uno desde donde ha podido, unos desde casa, otros en una manifestación, otros desde sus empresas o trabajos.... y sobre todo espero que otros desde sus cargos públicos.