Isabel María Reyes y Hugo Francisco Rivella, Premios de Poesía 2018

Oficialmente, en una Gala tan poética como sinfónica en el Aula Magna Tirso de Molina, la Diputación de Soria ha entregado este mediodía los Premios de Poesía 2018. El fallo del jurado, el cual ya se conocía desde el pasado mes de octubre, ha decretado que Isabel María Reyes y Hugo Francisco Rivella se adjudiquen el premio Gerardo Diego y el reconocimiento Leonor, respectivamente.

El presidente de la Diputación, Luis Rey, ha hecho entrega del XXXVII Premio Leonor y el XXXIV Premio Gerardo Diego para autores noveles, dotados con 10.000 y 5.000 euros respectivamente.

A Reyes se le reconoce por su obra 'Sinfonía Otoñal', un librillo compuesto por 69 poemas. Por su parte, el argentino Rivella se hizo con el Leonor 2018. Antes, la Diputación se acordó del cónyuge de la ilustre soriana, Antonio Machado. Hugo Francisco Rivella pudo mostrar un diploma obtenido gracias a su obra 'Oración por mi cuerpo y sus ladridos', una pieza compuesta de 85 capítulos.

Reyes ha desarrollado un alegato a favor de la "apuesta por la poesía". El vigente Gerardo Diego 2018, médico jubilada, ha asegurado que una "introspección" le ha llevado "a la escritura". Reyes está "salvada" gracias a la poesía, "un fuego prebetérico que está lleno de pasión". Su "receta", la poesía. A través de ella, "se estimula el cerebro". En el Tirso de Molina, la médico ha leído 'He de marcharme'.

"Desafiando a molinos, como el Quijote", el nuevo Leonor 2018 se ha acordado del "público en general". Porque que la escritura tenga un lujoso espacio "en tiempos de crisis...". Se lleva "las flores que lucía Leonor Izquierdo a los 15 años". Rivella, con un deje sudamericano que le delataba, se ha acordado de Bécquer, Gerardo Diego y Antonio Machado. Acercándose a su obra, ha leído un poema que suena "a un ladrido".

La poesía y la prosa leídas en el escenario soriano estuvieron acompañadas por piezas sinfónicas en la Gala de Poesía 2018. La dupla formada por Eduardo Fernández y Andrés Tejedor interpretó un concierto de guitarra y flauta travesera. Intercalándose con las lecturas, la pareja musical se acordó de Johann Sebastian Bach, entre otros compositores clásicos.