Según el sindicato"la Consejería obvia la realidad de las enfermeras y fisioterapeutas y no incentiva su trabajo, porque siendo como es, la que consigue los objetivos en ámbitos como la Atención Primaria, al final solo percibe el 34% de la productividad variable, mientras que el médico recibe el 100%".
El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Castilla y León critica las medidas que ha adoptado la Consejería de Sanidad para incentivar a los profesionales sanitarios de esta Comunidad relacionadas con la productividad variable y con los puestos de difícil cobertura en los centros de Atención Primaria, medidas que discriminan a las enfermeras y fisioterapeutas frente a otros profesionales sanitarios.
El Boletín Oficial de Castilla y León, Bocyl, publica hoy el Decreto Ley de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León por el que se aprueba la productividad variable que se abonará a los profesionales sanitarios por el cumplimiento de objetivos en Atención Primaria y Especializada y Emergencias. La Consejería ha tenido que recurrir a la figura del Decreto Ley ya que no hubo acuerdo en la Mesa Sectorial, básicamente porque SATSE Castilla y León se opuso a la propuesta de Sanidad sobre dicha productividad debido a que en ella no tiene en cuenta el peso de los profesionales enfermeros y fisioterapeutas en la Sanidad de la Comunidad.
Desde dicha Consejería se insiste en el mensaje de que las enfermeras y fisioterapeutas son un pilar fundamental e indispensable del Sistema Regional de Salud y, sin embargo, eso no se refleja en las retribuciones y en la productividad variable que perciben. SATSE lamenta que se dedique aproximadamente 36 millones de euros a esta productividad, es decir, para retribuir a los profesionales para que realicen bien su trabajo, en lo que considera una medida puramente electoralista (ya se han ido firmando los planes anuales de gestión, que contienen los objetivos a cumplir, sin que se hubiera firmado y aprobado esta nueva regulación).
Los índices de ponderación relativa según la categoría profesional que establece este Decreto Ley suponen que mientras el médico cobrará un 100% de la productividad variable por el cumplimiento de objetivos, la enfermera solo recibirá el 34% del total. Por esto, el Sindicato de Enfermería critica que el consejero de Sanidad obvie a los profesionales fundamentales en la asistencia, como son los de enfermería, ya que en Primaria, los objetivos del equipo de cada centro se alcanzan en base al trabajo de las enfermeras, porque en este ámbito, la mayor parte de la actividad asistencial es la que se centra en la enfermería: curas, seguimiento de crónicos, etc., y más en una Comunidad como esta, muy envejecida.
Lo mismo sucede con los puestos de difícil cobertura. Mientras que a los médicos se les incentivará con 6.000 euros al año por ocupar uno de esos puestos, en el caso de las enfermeras ese incentivo será de 1.300 euros anuales. Esta es una nueva muestra de discriminación de la Consejería de Sanidad hacia sus profesionales enfermeros, ya que este incentivo no retribuye las competencias de una categoría profesional, sino que trata de compensar las dificultades que pueden existir para que un profesional opte por ocupar uno de esos puestos de trabajo que no se cubren. Es decir, se catalogan los puestos de difícil cobertura como aquellos que están muy alejados de los hospitales, que cuentan con poca población, que tienen una gran dispersión geográfica (se emplea mucho tiempo en los desplazamientos dentro de la misma zona básica de salud) y suelen tener accesos adversos (puertos, carreteas de montaña, etc.), no el trabajo que hace cada profesional sanitario.
En este caso, se están obviando las características del trabajo enfermero, ya que sus profesionales hacen los mismos desplazamientos o más que los que realizan los médicos. Estas zonas cuentan mayoritariamente con población envejecida que requiere muchas visitas domiciliarias y donde, más que diagnósticos, lo que se requieren son cuidados, trabajo de enfermería. Bastan varios ejemplos para dar luz a este asunto: las enfermeras de Primaria de la zona rural de Ávila hacen al año 720.000 kilómetros para desarrollar la asistencia; en Salamanca realizan 1.200.000 kilómetros, en León realizan un millón de kilómetros, y en Zamora esa cifra se eleva hasta los 1.720.000 kilómetros al año. Y todo ello en zonas con una orografía complicada.
SATSE considera también que los grupos de trabajo creados para la mejora de la Atención Primaria de la Comunidad son una cortina de humo que se ha creado para acallar la presión social ejercida sobre la Consejería de Sanidad por las plataformas, mareas blancas, etc., sin que con esos grupos se pretenda realmente llevar a cabo ninguna reforma sustancial que implique una mejor planificación y distribución de los recursos humanos o una verdadera mejora en la asistencia.