9 falsos mitos de la sexualidad masculina

En Soria Noticias hemos recopilado aquellos mitos que actualmente se encuentran más extendidos. Algunos de ellos probablemente ya los conozcas, pero otros te sorprenderán a pesar de que suelen ser mencionados de forma habitual tanto por hombres como por mujeres.

Las erecciones solo dependen del nivel de excitación

Durante muchos años se ha creído que un hombre que no es capaz de mantener su miembro erecto es porque no está del todo excitado. Sin embargo, los especialistas del campo de la salud se han encargado de desmentirlo rotundamente, sobre todo en el caso de los penes de sangre.

Y es que, por ejemplo, este tipo de miembros pueden ver prolongada enormemente su erección concentrando la cantidad de sangre en ellos por medio de un anillo para el pene como los que se venden en la sex shop Diversual.

Masturbarse afecta negativamente a los hombres

Si bien es cierto que todo en exceso es malo, la masturbación regular –ejemplificándolo una frecuencia de 3 o 4 veces por semana– es beneficiosa para los varones, consiguiendo con ella una mejor salud cardiovascular y una gran liberación de serotonina, lo cual les ayuda a permanecer alegres.

Para eyacular siempre ha de estimularse el miembro viril

Otro mito que tiende a ser creído por la sociedad, pero existen eyaculaciones que no requieren estimulación alguna del pene del hombre. Así lo demuestra la próstata que tanto placer llega a brindarles.

Si se llega al punto G masculino tanto con la ayuda de los dedos como empleando un consolador, existe la posibilidad de conseguir que eyacule sin que su pene entre en acción en ningún momento.

No se pueden tener orgasmos sin eyaculaciones

Muchas chicas se muestran frustradas en ocasiones al ver que su querido novio o marido no termina de eyacular, aunque él alega que ha alcanzado el momento de clímax y que no es necesario.

Está en lo cierto. Y es que los orgasmos masculinos sin eyaculación alguna existen. De hecho, no tienen por qué ser menos intensos que los otros, siendo a veces incluso más sensoriales a todos los niveles.

El promedio en la cama es de aproximadamente media hora

Otro mito que suele afectar a las relaciones, debido a la frustración de algunas chicas al considerar que su hombre no dura lo suficiente en la cama. Pero, ¿sabías que la media se sitúa en torno a los diez minutos?

Así es, sin contar preliminares las sesiones de cama suelen ser bastante breves, lo cual no tiene por qué ser negativo. Estimulando las zonas adecuadas con y sin la ayuda del pene se consiguen resultados inmejorables en muy poco tiempo.

La eyaculación precoz es un problema psicológico

Ciertamente los problemas psicológicos pueden agravar la situación e incluso originarla, pero no son los únicos factores que derivan en alcanzar el orgasmo en un corto periodo de tiempo. De hecho, con ejercicios orgánicos que afectan al cuerpo, ejemplificándolo los de kegel, a posteriori se logra retardar la eyaculación de forma considerable.

A los hombres no les gusta el contacto testicular en plena acción

Debido a este mito ciertas féminas no se atreven a tocarles la mencionada zona a sus respectivas parejas, creyendo que ello siempre es sinónimo de dolor.

Todo lo contrario. Teniendo en cuenta que, efectivamente, algunos hombres prefieren que sus testículos no entren en contacto al hacer el amor, muchos de ellos disfrutan más en caso de recibir una estimulación directa, por supuesto con mesura y delicadeza.

Siempre prefieren recibir sexo oral que darlo

Aunque las felaciones suelen ser el deleite de muchos varones, la mayoría ponen al mismo nivel de placer el hecho de recibirlas en comparación con otra de sus prácticas favoritas: devolverle el favor a su pareja femenina mediante un cunnilingus.

En efecto, a muchos hombres el sexo oral les gusta por igual independientemente de si lo dan o lo reciben. La prueba de ello es que para una gran cantidad de chicos su postura preferida es el 69.

Las manos indican el tamaño del pene

Es habitual ver a un hombre con las manos grandes y creer que su miembro viril será descomunal, mientras que un chico que las tiene pequeñas da a entender que el pene también presenta unas dimensiones escasas. Sin embargo, no tiene por qué ser así.

Algunos casos coinciden, pero otros en los que se dejan ver unas manos pequeñas y un miembro de gran tamaño –superando incluso los 17 centímetros– demuestran que esta afirmación es falsa. Los dedos en sí tampoco sirven para deducir la longitud o grosor del pene, ya que ni un solo estudio con base científica ha sido capaz de determinarlo.