Félix Macarrón se lleva el Provincial de caza

dentro de las actividades programadas con motivo de la celebración de la feria 'Venalmazán', la Delegación de Caza de Soria celebraba el Campeonato Provincial de Perros de Muestra San Huberto de Soria, en el paraje La Urreja, en la villa adnamantina, que está gestionado por “La Asociación Cultural Recreativa de Cazadores de Almazán.

Así, a las diez de la mañana del sábado daba comienzo la prueba, con perdiz sembrada, que estaba abierta a todo tipo de perros, esto es, sin estar exigido el registro en los libros de razas oficiales. La jornada estaba dirigida por Juan Carlos Pérez Carcedo siendo el juez Carlos González Antón, quienes velaron por el vigente Reglamento de la Federación Española de Caza junto con José Sanz, presidente de la Delegación Soriana de Caza.

Finalmente, Félix Macarrón Tomás, de la Sociedad de Cazadores de Atauta fue el ganador, con su perra setter inglés 'Pesa de Piedrallada'. En segundo lugar resultaba Carlos Izquierdo Delgado, con 'Bo dels Ports', un can de raza pachón navarro. Ambos representarán a la provincia en el Regional de caza que se celebrará el 18 de mayo en Zamora. Y respectivamente, José A. Aparicio de Juan ('Yara de Almayate', grifón korthtals), del Club de Cazadores 'Espejón, y Raúl Molinero Peñas (con 'Duna de Crusllan, una deutsh drathaar) de la Sociedad de Cazadores de Olmillos, resultaban tercero y cuarto. El quinta posición quedó Luis María Gonzalo Coloma (con Black del Alto Doro, epagneul bretón) de la Sociedad de Cazadores de Aguaviva de la Vega.

Finalizada la prueba oficial, el campeonato contó con la exhibición de la joven subcampeona de España de esta modalidad, Lidia Pérez, de Salamanca, que deleitó a los asistentes con su buen hacer en el campo así como la educación venatoria demostrada por su setter inglés.

La finalidad de los campeonatos de Caza San Huberto es la de promover y valorar el espíritu deportivo el cazador, las cualidades naturales y adiestramiento del perro, así como la educación venatoria del mismo, mediante una competición de alto nivel, que ponga de manifiesto los aspectos cinófilos y técnicos de la caza y que aspire a la enseñanza de los cazadores, respetando la naturaleza y el entorno.

La prueba se desarrolla con caza salvaje o sembrada (perdiz o faisán) en terrenos naturales y en donde el cazador, con su perro, efectúa un turno de quince o veinte minutos, pudiendo utilizar cuatro cartuchos y únicamente puede abatir dos piezas de las consideradas puntuables.

Le acompañan en su actuación dos jueces, los cuales en base a los baremos de puntuación establecidos reglamentariamente, le van asignando los que consigue en positivo o negativo, hasta un máximo de 100 puntos, juzgando tres aspectos fundamentales, como son la conducta del cazador, en relación a la pieza de caza y a su perro, teniendo en cuenta precisión, seguridad, habilidad y espíritu deportivo (50 puntos); la habilidad en el tiro (20 puntos), y la actividad del perro, esto es, su adiestramiento y cualidades naturales (30 puntos).