Salvador-Navascués, pulso por la concejalía de Deportes en la capital

Primer aviso: si esperan leer explícitamente sobre política, este no es su artículo. Una renovada realidad recorre las paredes del Ayuntamiento de Soria. Caben dos posibilidades en los próximos comicios –26 de mayo–. A tenor del bipartidismo que se estila en la capital desde 1987, o puño cerrado y rosa en mano o vuelo de las gaviotas. Una de dos. O continuismo, a cargo de unos socialistas que en 2019 cumplen 12 años en el poder (tres legislaturas) o baile de sillas, movidas por unos populares que lo perdieron en 2007.

Con el poderoso refrán en la sesera, aquel de renovarse o morir, tanto el PSOE como el PP han refrescado algunas de sus carteras, en las concejalías, que se la juegan el 26-M. Revolución total en la de Deportes. Dos carismáticos y contrastados deportistas, encargados de hacer política en el sillón adecuado para realizarla, fortalecen y dan verosimilitud a los planes socialistas y populares. Se lo han tomado al pie de la letra. Zapatero a tus zapatos, deportista a tu concejalía. Ambos le darán cobertura a dos deportes (voleibol y atletismo) tan tradicionales como faltos de una inversión mayor de billetes y monedas.

A la derecha del ring, una aspirante: la yegua de Tudela. Con 0 combates y las mismas victorias, la olímpica Estela Navascués, con una dilatada trayectoria en Soria, aguarda su turno a un lado del cuadrilátero. Un día de 2003 vino para entrenar y ya lleva aquí 16 años. A la izquierda, el otro aspirante: el mago de Coslada. Con los mismos combates y las mismas victorias que Navascués (0), Manu Salvador deshizo las maletas en Soria a principios de este siglo (2004). Actualmente, el ‘2’ del CDV Río Duero comanda, como receptor, la valía de una entidad con mucha solera en la capital. 31 años en la élite del voleibol nacional la avalan.

Navascués y Salvador, dos míticos que han hecho carrera en la capital. En el presente, coinciden en dos aspectos: los dos siguen y seguirán en activo y ambos no son naturales de Soria. Se conocen y se respetan. Nobleza ante todo:

“Es auténticamente de élite en su deporte. Estar en unos JJOO dice bastante de ella. Es un ejemplo de dedicación y trabajo”, alaba Salvador sobre su ‘enemiga’ política. “Como persona, le ha dado una barbaridad a la ciudad. Nos conocemos desde hace muchos años: le tengo mucho aprecio”, añade. Estela afirma con la cabeza en la plaza Mayor: “Me sabe mal que sea mi contrincante porque nos llevamos bien”, asegura la fondista delante del Ayuntamiento. Les une “una amistad”. “Por mi parte, Manu es un gran deportista, un 10 como persona. Gracias a él, el voleibol está en lo más alto. Es una parte importante de lo grande que ha sido el vóley”, alega Navascués.

En este intercambio de golpes, sólo puede quedar uno en esta rivalidad tan sana. ¡Qué empiece la batalla!

Sus programas: Navascués protege el feminismo deportivo y apuesta por la promoción de la cantera y la versión “continuista” de Salvador pasa por rematar infraestructuras y “escuchar a todo el mundo”