Una llamada al 112 alertaba de la situación ante la llamada de la jubilada que se encontraba mal en su domicilio y no podía abrir la puerta.
Pasadas las nueve y media de este martes, el Servicio de Emergencias 112 recibía una llamada en la que se ponía en conocimiento que una mujer de 83 años solicitaba ayuda tras encontrarse súbitamente mal de salud. La mujer, que vive en un inmueble de la calle Beato Julián de San Agustín, no podía salir de su domicilio al tener dificultades para abrir la puerta de entrada, por lo que daba cuenta de su situación a familiares cercanos en una conversación telefónica.
Estos, ya alertados, se ponían en contacto con los servicios asistenciales, que comunicaban a bomberos, Policía Local y al Sacyl el requerimiento. Personados en el lugar, los bomberos lograban acceder al domicilio y asistir en primera instancia a la jubilada, que era trasladada al Hospital de Santa Bárbara tras ser reconocida en primera instancia por los servicios médicos.