Este viernes, festividad de San Juan de Ávila, patrón del clero
Los sacerdotes que hoy reciben el homenaje diocesano. /DOS
La Diócesis celebra la jornada con una misa en la concatedral de Soria, presidida por el obispo, y homenajea a los presbíteros que cumplen este año las bodas de plata y de platino de sacerdotes que dedican su vida a su vocación religiosa.
"Unida a la Iglesia que peregrina en España", la Diócesis de Osma-Soria celebra este viernes la festividad de San Juan de Ávila, patrono del clero secular español. Una festividad que se celebra a partir las 11:15 horas, en la concatedral de San Pedro, donde los presbíteros diocesanos se reunirán para compartir esta jornada. A las doce del mediodía, el obispo Abilio Martínez Varea presidirá la eucaristía en acción de gracias por la vida de los sacerdotes que este año celebran sus bodas de plata o de diamante de ordenación. Finalmente, a las dos de la tarde, todos los presentes y familiares de los homenajeados compartirán la comida en un restaurante de la capital soriana.
"Hoy", según ha referido el delegado episcopal del clero, Ángel Hernández Ayllón, "es un día grande para toda la Diócesis y, en especial, para el presbiterio. Miramos al ejemplo de San Juan de Ávila, infatigable sembrador de virtudes evangélicas y modelo actual de compromiso y espiritualidad. Como Diócesis, queremos celebrar y homenajear a los sacerdotes que, este año, celebran sus Bodas de diamante y de plata: gracias por vuestra fidelidad, generosidad y ejemplo”.
“La fidelidad y entrega de los sacerdotes es motivo suficiente para dar gracias a Dios y, seguro, Dios lo quiera, semilla de nuevas vocaciones sacerdotales. Muchas felicidades a los sacerdotes que hacen sus Bodas de diamante y de plata, gracias por vuestros años de ministerio y por vuestra entrega. Que este día de San Juan de Ávila sea un desafío para todos los sacerdotes para seguir entregando la vida con excelencia y generosidad al servicio del Pueblo de Dios. Que este tiempo pascual nos renueve a todos en la alegría y seamos reflejo de la Iglesia de Jesucristo y encarnación de los valores del Reino, para que nuestra vida sea fermento, sal y luz en lo social, familiar y eclesial”, ha concluido el delegado episcopal del clero.