La localidad perteneciente a San Esteban de Gormaz celebra una eucaristía en honor al patrón con procesión y posterior 'siembra' de caramelos por las calles.
En Quintanilla de Tres Barrios siguen manteniendo la devoción a San Isidro, patrón de los agricultores, aunque la profesión haya mermado considerablemente en esta pedanía de San Esteban de Gormaz. Algo que no impide que los vecinos de la localidad manifiesten su devoción al santo al que han estado vinculados a lo largo de los tiempos.
La efeméride en la tarde de la festividad ayer comenzó con una misa invocando la figura del santo protector. Posteriormente tendría lugar la procesión de la bendición de campos, cuya comitiva estuvo acompañada por la imagen del patrón y encabezada por el pendón, el estandarte y la cruz parroquial, desplazándose el séquito hasta el cercano paraje de La Cruz de la Veleta. Durante el trayecto no faltaron las invocaciones y los cánticos. Aquí se procedió a bendecir los cuatro puntos cardinales para pedir con fe y devoción protección para las cosechas. Hisopo e incienso en mano, el párroco fue loando al patrón de los labradores pidiendo su ayuda para llevar a buen término las cosechas entre súplicas y rezos. Antiguamente se colocaban en la cruz de madera cuatro pequeñas cruces de cera a cada lado del madero como símbolo de bendición de los cuatro puntos cardinales.
De regreso al pueblo tenía lugar la típica siembra de caramelos, rememorando la costumbre ancestral del día de San Isidro en la que el jefe de la Hermandad de Labradores iba derramando confites y dulces por las calles.