El ex alcalde y ex del PP vuelve por sus fueros y aunque no llega a la mayoría absoluta, consigue cinco concejales, por lo que arrebatarle el gobierno municipal requeriría una alianza entre populares y socialistas.
Las urnas y sus resultados siempre mandan. Una obviedad que en El Burgo de Osma no lo es tanto. Y es que los comicios de este domingo dejaban una más que sorprendente victoria de Antonio Pardo, ex alcalde de la localidad y ex del Partido Popular, uno de los díscolos de la formación y que llevaba al que también fuese presidente de la Diputación, a volver a ganar en su localidad. Pero esta vez con la Plataforma del Pueblo Soriano, la PPSO.
La Villa Episcopal se estrenaba este 26 de mayo como municipio con menos de 5.000 empadronados, lo que hace ahora que sean once los concejales, en vez de trece en la anterior legislatura. Un reparto que se ha zanjado con 5 representantes para la PPSO, (1.155 votos, el 43,15%), el PSOE de Martín Navas se hace con cuatro (899 votos y el 33,58%), mientras que el PP se tendrá que conformar con 2 escaños (502 sufragios, el 18,75%). Peor conformidad le queda a Ciudananos, que pierde a su único representante (77 votos, el 2,88%).
Atrás quedan los datos de 2015, donde el PP lograba casi el 52% de los votos, lo que otorgaba una más que holgada comodidad al equipo que encabezaba Jesús Alonso, quien ya anunció su salida de la política. Ahora los populares ven cómo pierden uno de los baluartes de su marchamo en la provincia, mientras que los socialistas, continúan su avance cosechando 156 votos más que en la anterior cita.
Todo apunta a que Pardo será regidor otra vez, ya que se antoja como más que improbable la suma de voluntades de PSOE y de PP para arrebatarle el bastón municipal.