El CD San José sube a la Primera división Autonómica de Castilla y León. Tras su fundación en verano de 2018, la pionera escuadra soriana se da su primer baño de masas. Lideradas por María Uriel, el conjunto de Sergio Paz atraviesa el techo de la DobleG.
Jesús, María y San José. En la ‘Primavera de Soria’, golpe de Estado sucedido el pasado 19 de mayo, se canta un villancico al filo del verano de 2019 en el portal de San Juan de Garray, donde hay estrellas (20 fichas), sol (un ascenso) y luna (la que alumbrará, a pesar de que ya no es de noche en Soria, al San José femenino por la Liga Gonalpi). Se produce un ascenso silencioso y reivindicativo, que deja en evidencia a los que no apostaron por ellas y a los que desde alguna grada de Altamira siguen mandándolas a fregar. El CD San José, más femenino que nunca, sube a la Primera autonómica de Castilla y León.
Se acabó lo que se daba, tanto en la DobleG de Castilla y León, a la que las sorianas dicen hasta nunca, como en la permisión de la desigualdad futbolística, en categoría Sénior, llevada a cabo hasta bien pasado 2018. El siglo XXI, el milenio de las mujeres; en Soria, por lo menos. Es su era. Porque el fútbol será femenino o no será. Así lo ha entendido la cúpula y la coordinación de la entidad colegial, pionera en esto y despertador del fútbol femenino en la provincia. Chilla ‘La voz dormida’, no la de Dulce Chacón, sino la de Sandra, Ainhara, Alba Maldonado, Sofía y compañía. El ascenso del fútbol femenino (no sólo el de categoría en categoría) ya es imparable.
No le cuenten muchos cuentos a unas sorianas vestidas de blanquiverde. Ellas aborrecen cualquier transición, cualquier periodo de prueba. Se han adaptado rápidamente al medio, nadando a toda vela por unos charcos de una DobleG que no están a su altura, y en menos de un año (fueron fundadas en verano de 2018) han culminado su primera gran conquista. Algo que, por otro lado, se veía venir, pues han echado finalmente las campanas al vuelo después de perder toda la vergüenza en un arranque de curso demoledor: 7 victorias (las cuatro primeras de forma consecutiva) y 2 empates en los 9 primeros partidos. Al décimo encuentro, la diosa descansó. En el frío invierno soriano (1/12), el San Pío X hizo llorar por primera vez en Liga a las de Sergio Paz (0-4). Los llantos, moda pasajera y efímera en San Juan de Garray, donde el cuadro femenino ha ganado nueve veces, ha perdido un match y ha firmado tablas en tres ocasiones. Curiosamente, mejoró sus prestaciones a domicilio: 10 triunfos, 1 derrota y 2 empates.
Con tan sólo dos derrotas en su casillero (las dos, a manos del San Pío), el CD San José femenino se ha afincado desde la segunda jornada en las cuatro primeras plazas de la tabla, metiéndose en ascenso directo (segundas) en el decimoctavo encuentro. Bailando con lobos: este contrastado inquilino ha pernotado siempre en la zona alta de la clasificación (19 victorias, 5 empates y 2 tropiezos). Los números, casi perfectos, le han dado la razón y el ascenso al primer equipo femenino de Soria, que rescató a la capitana Bea Villar, recuperada de su grave lesión, al final de la primera vuelta.
Y como todo buen cierre, el San José tuvo que tirar de épica para remontar su quinto partido (Capuchinos, Lince, León FF, Zamora y Palencia FF) y lograr así la proeza. Sofía Revilla, con un hattrick, fue la redentora en el Iván Helguera (2-5). Los finales sufridos sientan mejor. El ascenso era un secreto a voces dentro del vestuario, comentado de boca en boca por todas aquellas que en un principio, ya muy lejano, hablaban de asentamiento.
Para encontrar fisuras en la dinámica establecida por el San José femenino, la introspección ha de enfocarse sobre los enfrentamientos directos. El salto de categoría ha mantenido en vilo y en un pañuelo a cuatro equipos (Atlético Lince, un líder pronunciado, San José, San Pío X y Navega, por orden). Pues bien, la escuadra colegial tan sólo fue capaz de ganar uno de esos choques trascendentales (0-1 ante el Lince). A la postre, el que permitió un giro radical en la zona delantera de la clasificación en el último tramo liguero. Sucedió en la antepenúltima jornada: las sorianas derribaron al líder, el San Pío cayó la siguiente semana y el San José, abandonando el tercer escalón, recuperó la segunda plaza en los penúltimos 90 minutos. En lo demás, dos derrotas (San Pío) y tres empates (Navega, por partida doble, y Atlético Lince).
‘Wingardium Leviosa’. A golpe de varita, María ‘Mágica’ Uriel ha movido los hilos de este CD San José femenino. Es su cerebro. La ‘7’ ha atrasado su demarcación histórica, de delantera hasta la medular, para manejar todo el cotarro y partir el bacalao. El San José femenino ha jugado a lo que Uriel ha querido. Crea, inventa, juega y hace jugar al resto. Su aportación a la parcela ofensiva colegial es significativa: ha anotado 11 goles en 25 partidos. Y es que cuando el asunto se tuerce, pelotas a la ideóloga de este plan, ¡balones a ‘Mágica’!
Lo de Uriel no ha sido un hallazgo, sí lo de Milena Cruz (adalid de la zaga), Elisa Ayuso (primera jugadora colegial en ser convocada por la selección de Castilla y León) y lo de Miriam Andrés (Pichichi con 17 goles). Sensaciones y revelaciones en un equipo que se ha empacado a partir de la buena gestión del balón, lo que pedía Paz en los comienzos. En un ejercicio, el San José femenino ha cumplido, ha ascendido y ha colocado su primer título (Torneo Carnaval El Paso) en las vitrinas. Los límites no existen en Garray.