San Saturio 2024: Programa, horarios y todos los eventos
En la Tribuna de invitados se sienta la Asociación Soriana de Ayuda a las Personas con Discapacidad Intelectual y sus Familias.
Hace unos días cuando estaba con los preparativos de la marcha popular de Asamis, me encontré viendo los dibujos que habían realizado los diferentes centros educativos para participar en el IX concurso de dibujo escolar. El concurso tiene como objetivo que los niños conozcan ASAMIS, el trabajo que allí se realiza y acercar a la infancia el concepto de discapacidad. Los dibujos de los niños resultan reveladores pues en ocasiones reflejan y representan el imaginario colectivo que todos contenemos. Detente un instante y piensa, ¿cómo dibujarías la discapacidad intelectual? Tal vez en muchos casos no existan rasgos físicos que identifiquen la discapacidad, ¿y si no podemos utilizar el recurso fácil de la silla de ruedas? ¿Qué hacer? ¿Qué pintar?, ¿Cómo reflejar que se trata de una persona con discapacidad?
La discapacidad intelectual es tan solo una característica y en ocasiones con los apoyos necesarios resulta aparentemente insignificante al ojo humano. Es común describir la discapacidad como la interacción de la persona con el entorno. El entorno puede ser un elemento facilitador o una barrera para las personas. Crear entornos facilitadores donde las personas puedan participar es el reto en el que trabajan las organizaciones.
ASAMIS trabaja cada día para que sus usuarios puedan participar en diferentes ámbitos del entorno, estar presentes y formar parte de Soria. Para ello realiza muchas actividades a lo largo del año y dentro de todas ellas se enmarca su famosa marcha popular. Un día importante para la asociación, un día para celebrar y disfrutar, toda una tradición. Se sale a la calle para reivindicar los derechos de un colectivo que aunque ahora esté presente en los Goya, aun queda mucho trabajo por realizar.
Desde Asamis damos las gracias a todos aquellos que de una manera u otra decidieron participar en la XXXI Marcha popular. Los colectivos que trabajamos con la discapacidad tenemos muy claro que hay muchas formas de colaborar. Unos hacen la marcha entera y llegan hasta Valonsadero, otros solo una pequeña etapa, están los que hablan con los chicos, el que no puede andar y se dirige en coche a Valonsadero, los que nos compran papeletas, el profe que informa de la asociación y de la marcha o los voluntarios que hacen posible con su trabajo y su ilusión que todo llegue a su fin.
La participación y la presencia de este colectivo en la esfera social ayuda a comprender la necesidad de seguir trabajando para fomentar la presencia en el espacio público de personas que tan solo tienen necesidades diferentes, que reclaman cosas que no se alejan mucho de las que desea el lector de este articulo.