La organización profesional agraria critica la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de incluir a este cánido en la lista de máxima protección al considerarlo amenazado. Los ganaderos rechazan la medida, “pues el lobo está en expansión al sur del Duero”.
Según la Unión de Pequeños Agricultores, la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de dotar de la máxima protección a las poblaciones de lobos al sur del Duero ha caído "como un jarro de agua" fría entre los ganaderos españoles, en especial en las zonas de Castilla y León, Guadalajara y Madrid que más están sufriendo el aumento de los ataques de lobo a la ganadería.
La medida, recogida hoy por el BOE, se escuda en dar cumplimiento a la Directiva de Hábitats de la Unión Europea, que establece como “estrictamente protegidas” las poblaciones de lobo situadas al sur del Duero, en Extremadura, Andalucía, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
Los ganaderos, entre el enfado y la desesperación
La organización profesional agraria ha reconocido la desesperación que sienten los productores, sobre todo los de extensivo, de amplias zonas al sur del río que llevan varios años sufriendo la “expansión descontrolada” de este depredador.
Las estadísticas oficiales recogen un notable incremento de ataques de este cánido en los últimos cinco años al sur del Duero. “Cifras que han sido ignoradas” por el Ministerio para la Transición Ecológica.
UPA ha rechazado rotundamente las afirmaciones del ministerio que dirige en funciones Teresa Ribera, que se escuda en el Plan de Seguros Agrarios, el cual es "totalmente insuficiente e ineficaz en materia de ataques de lobos", y en un supuesto “catálogo de medidas preventivas” frente a ataques de estos animales. “Decir que el Gobierno está trabajando para ayudar a los ganaderos con esas excusas es una burla”, han lamentado desde UPA.
Esta organización ha pedido a los ministerios de Transición Ecológica y de Agricultura que reconsideren esta medida y que convoquen de forma urgente una mesa sobre la problemática que causa la fauna salvaje a la ganadería y la agricultura. “Ignorando la realidad y sin tener en cuenta todas las vertientes del problema no se resolverá nunca esta situación”, han señalado.