Salud bucal y general

Por ejemplo, la boca puede manifestar enfermedades sistémicas como alteraciones de la coagulación, leucemias, o efectos secundarios de algunos fármacos. Hay estudios que relacionan la flora bacteriana oral con enfermedades cardiovasculares y Alzheimer. Patologías como diabetes, obesidad o tabaquismo pueden afectar a la salud bucal, sobre todo a las encías. La enfermedad periodontal no controlada se relaciona con nacimientos prematuros. Medicamentos como los bifosfonatos pueden causar complicaciones importantes.

La respiración bucal estará relacionada con la boca seca, con problemas ortodóncicos, con problemas digestivos, con la apnea del sueño y los ronquidos. La maloclusión, por compensación, hará que sufran los músculos, afectando a cuello y espalda, con contracturas musculares, cefaleas, dolores cervicales y lumbares, molestias de oídos, vértigos o acúfenos.

También puede haber pérdida de fuerza y hormigueos en brazos, se desnivelarán los hombros estando uno más alto que el otro, y la columna vertebral no estará alineada.

Infecciones, dientes incluidos, caries o alteraciones en la oclusión pueden disminuir el rendimiento en deportistas de élite.

Nuestros tratamientos deben mejorar la salud bucal y la de todo el organismo. La reposición de dientes perdidos y curación de caries ayuda a una mejor masticación, digestión y nutrición, y mejorará la estética. El control de las infecciones prevendrá enfermedades cardiovasculares, diabetes… Una buena oclusión disminuirá la patología articular. La eliminación de frenillos mejorará la fonación. Por todo esto, debemos mantener una boca sana, haciendo revisiones periódicas.

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