Soria, la ciudad para respirar en sus espacios verdes
En esta ruta a pie por la capital, tres puntos geográficos y concretos determinan un paseo muy natural para este verano, en el que los caminantes buscarán arrimarse a las sombras de estos parajes especiales y con encanto. la alameda de Cervantes, el parque del castillo y las márgenes del duero son los ejemplos propuestos para este sendero, que bombea oxígeno a todas horas.
Chute de oxígeno en la capital. El verano soriano invita a respirar aire puro, a cobijarse en las sombras y a estirar las piernas en tres puntos geográficos y naturales que abalan a Soria como una de las áreas más limpias de España. La Alameda de Cervantes (conocida popularmente como La Dehesa), el parque del Castillo y las márgenes del Duero muestran la armonía perfecta, entre Soria y el medioambiente.
Los largos paseos por La Dehesa discurren bajo centenarios árboles. En la parte alta, una amplia pradera conocida como el Alto de la Dehesa invita a sentarse sobre el césped y disfrutar del buen tiempo en verano. La Rosaleda estalla en olores y colores. Todo ello convierte este vergel en uno de los espacios verdes de la ciudad más apreciados y en enclave imprescindible para el paseo y el ocio.
La Dehesa, que comprende una superficie de casi diez hectáreas, es uno de los jardines públicos más antiguos de España y de Europa.
En la parte central del parque del Castillo destacan los restos de lo que en su día fue el Castillo de Soria. Este parque es el mirador por excelencia de la ciudad. Atrapa al atardecer. El parque está dotado de grandes zonas de sombra. Cuenta con espacios habilitados para picnic, con fuentes, área recreativa para los más pequeños, con columpios, además de la piscina infantil, operativa durante los meses de julio y agosto.
Chapuzón en las márgenes del Duero. Estas presentan un río joven, entretenido en el Soto Playa, el Paseo de San Polo, las corrientes, los puentes, San Saturio y su ermita, una Sierra llamada Santa Ana y un cielo transparente sobre los versos que junto al río cantaran los poetas. Este paraje, donde arte y naturaleza se funden, asombra y cautiva a todo aquel que lo visita, y es lugar habitual de paseo, de encuentro, de juegos y de práctica deportiva, además de escenario del Festival Enclave de Agua y marco emblemático de celebración de la última tarde de las Fiestas de San Juan, donde en la pradera de San Polo se celebran las Bailas.