San Saturio 2024: Programa, horarios y todos los eventos
En la Tribuna de invitados, se sienta Pedro García, usuario de Playa Pita.
Hace unos días acudí con mis amigos a Playa Pita, un regalo de lugar para combatir el calor del verano en Soria. Al igual que yo, muchos otros bañistas tomaron esta acertada decisión. Evidentemente, Playa Pita y sus orillas colindantes son zonas de baño libres.
Pero, y aquí va mi humilde opinión,que sea libre no quiere decir que no tengamos un poco de lo que yo llamo civismo y consideración. Hablo de los dueños con sus perros. Me quedé completamente perplejo de la auténtica perrera al aire libre que eso parecía. Si llevas a tu perro suelto (cosa que de por sí ya va contra la normativa, por no decir que en la propia ciudad de Soria eso sucede continuamente) y quieres bañarte con él, hazlo en un lugar apartado para no molestar a otros bañistas.
Y si estás sentado en la orilla, hagan el favor de atarlo para que no moleste a la gente que está pasando su día tranquilamente. ¿Por qué tengo que aguantar yo a un perro corriendo por encima de mi toalla o acercándose a lamerme? Reformulo la pregunta, ¿por qué tengo yo, como dueño de perro, que molestar a alguien por no educarlo bien? Afortunadamente, parte de la gente ama a estos animales, como yo, y los puede acariciar; pero otra gente, alérgica, ancianos, con miedo a los animales o, simplemente, que no quieren ser molestados, no tiene por qué aguantar esto. Y esto sucedió un lunes, día entre semana, que un fin de semana hay casi más perros que personas a este paso.
Sé que me arriesgo con esto a una oleada de críticas que es lo peor -lo cual evidentemente me da igual, las cosas como son- porque aún encima, diles algo a los dueños, que se enfadarán por no tener consideración con el pobre animal, o te dirán el clásico “si no hace nada”, al cual yo no puedo evitar reírme y contestar “hombre, es que solo faltaba que hiciera algo...”
Solo quiero decir que yo, personalmente, a mi Golden Retriever, no se me ocurre primero bañarlo con más gente y, segundo, dejarle corretear entre la gente que tranquilamente está disfrutando de su plácida tarde en el pantano de Soria. Y no se me ocurre porque a mi perro lo educo, y por una cuestión de educación. Me gustaría publicar este artículo, por considerar que este asunto que traigo preocupa e inquieta a muchos usuarios que acuden a Playa Pita, para pasar un buen rato en este verano de Soria. Un espacio público que es para todos.