No todos los helados son iguales
El heleado, el mejor aliado para combatir el calor en verano.
Consejos veraniegos. Comer helados en verano, además de alimentarte, te refresca y te hidrata ante las altas temperaturas. Pero no todos son iguales. Hay que conocerlos.
Por eso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha emitido un informe sobre las características nutricionales de los diferentes tipos de helados. Son un alimento con un valor nutricional incuestionable, aunque muchos deberían contener menos grasa y menos azúcar. Aquí están todos los tipos de helados y sus características, según la OCU, desterrando el mito de que todos son fuente de demasiadas calorías.
En el mercado hay hasta ocho categorías de helados, que varían notablemente en su composición.
-Americano: es el más graso de todos, con más del 10% de grasa del total de su peso.
-De crema: su ingrediente básico es la crema de leche. Es un helado de grasa láctea, que contiene un mínimo del 8% de esta grasa y un 2,5% de proteínas de origen lácteo.
-De leche: hay de leche entera, con un mínimo del 2,5% de grasa, y de leche desnatada, con un máximo del 0,3%.
-Helado: las clásicas bolas de las heladerías. Las grasas vegetales sólidas le aportan una textura adecuada, pero al estar hechos con grasas bastante saturadas son menos cardiosaludables.
-Con cobertura de chocolate: la cobertura de chocolate de estos helados lleva siempre manteca de cacao. Es grasa que se funde en la boca. Cuanto más sabor a chocolate, más grasas vegetales y mayor dureza.
-Sorbete: es un helado de agua que debe contener al menos un 15% de frutas y un 80% de agua, como máximo.
-Polo: es un helado de agua, que debe contener un máximo del 90% de este líquido. Apenas engordan.
-Granizado: son los helados de agua, aunque en estado semisólido. Ojo con los niveles de azúcar.
Como el helado es la combinación de aire con grasas, proteínas, azucares y agua, hay que estar muy pendientes de su composición.