El ciclo de Expoesía ha escrito hoy una nueva página. Dulcemente y tiernamente, la autora valenciana ha contado e interpretado narraciones protagonizadas por animales.
El ciclo de Expoesía ha escrito hoy una nueva página en lo Alto de La Dehesa, escenario natural que se encuentra en la capital de Soria. Hoy, domingo 11 de agosto, se ha abierto una etapa infantil. En medio la era digital, el hecho de contar cuentos ha renacido en el parque rey de Soria.
En ese entorno privilegiado, Paula Carbonell ha tomado oxígeno, el lugar lo permitía, para realizar lo que mejor se le da: contar cuentos. Dulcemente y tiernamente, la valenciana se los ha transmitido a los niños y niñas sentados alrededor de ese paraje, sobre una lona azul. Los pequeños no eran los únicos que atendían a Carbonell, pues los adultos, sus acompañantes, también la escuchaban con atención.
La cuentacuentos de la Comunidad Valenciana ha recurrido a las rimas, a las voces y a las enseñanzas fáciles para camelarse a los asistentes.
Ha estructurado su narración sobre fábulas, de las que el pico del Pollito Pito era uno de los protagonistas, entre otras apariciones peludas. Los pequeños y las pequeñas cacareaban y participaban en la historia, formando parte de ella. Carbonell les daba paso cada dos por tres.
Esas fábulas han ocupado poco después un pequeño teatro manual, desde donde Carbonell, recurriendo a las onomatopeyas de gatos y perros, movía los hilos.