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La opinión de Alfredo Vallejo, colmenero y pensador.
A mí me ocurre. Casi de buenas a primeras me levanto un buen día y me doy cuenta de que no sé leer. Soy un jubilado, durante una vida entera profesor y especialista en lenguaje y mitología.
Y no estoy mermado por enfermedad alguna, que yo sepa; ni he vendido el alma al diablo ni me he agilipollado todavía, que yo sepa. Y ya no sé leer. Y ya no entiendo ni periódicos, ni revistas, ni WhatsApps, que no sé leer, vaya.
He llegado a pensar en matricularme en párvulos para ir poco a poco integrándome. He pensado en párvulos para poder llegar al “evoluciona adecuadamente”, no sea que de puro atrasado no llegue ni a la ESO.
“Un youtuber muere al romperse la cabeza”, “cinco razones para ser cautos con las apps”, “empleamos cookies propias y de terceros para contactar con usted”, ”los trolls de Podemos son hombres o hombras?”, “hay hoy en el mundo una locura por las series SEMrush”… Vaya, que no he entendido palabra.
Tengo un amigo, nada tonto por cierto, es simpatizante de Unidos Podemos y ayer me llamó alarmado preguntándome si en España había un nuevo partido sólo para mujeres. Que había oído hablar de UnidAs Podemos y que estaba mosqueado. No supe que decir, que me parecía un poco raro, que tal vez con eso del “feminismo” y los excesos de coraje al mirar al cielo todo podría ser.
No sé si le pasa a Vd.; a mí algunas veces. Cuando sueño no acierto a hilvanar sentido alguno y se me organizan mundos oníricos que se parecen mucho al famoso cuadro de Munch , “El grito”. Un hombre y una hombra se marchan despavoridos una cuesta abajo cogidos del rabo y al caer en el abismo surge solemne y grandioso un arcoíris de sólo dos colores, un color y una colora.
Tengo que ir al psiquiatra; de mañana no pasa.