La SD Almazán, a demostrar su verdadera calidad exponencial en el tercer proyecto de Rojas

La representación de Soria en el Grupo VIII de Tercera división se ha quedado maltrecha en los últimos tiempos, pues en las últimas tres ediciones, el CD San José, primero, y el Uxama, a continuación, perdieron tal categoría. En esa, la de bronce, seguirá ligada un habitual, la Sociedad Deportiva Almazán, que cumple 33 cursos en ella esta temporada 2019-20. Este domingo, a las 18:30 horas, se empieza a dar forma en Miranda de Ebro al tercer proyecto –el segundo de manera consecutiva– de Diego Rojas.

La sobrada capacidad de una estructura dotada de lujos (Edipo, Pablo Sanz o Alberto Plaza) entra a escena. Esta vez sí que sí, algo que no ocurrió el pasado ejercicio, la SD Almazán ha de demostrar de qué pasta está hecha. Nuevamente, la potencialidad y la calidad definen a los adnamantinos, quienes se perdieron por el camino durante la pasada temporada 2018-19 en un pobre inicio y no respondieron a las expectativas depositadas sobre ellos. Rojas sigue trabajando en un proyecto que el año pasado comenzó “mal”, pero que luego se demostró que aquel “era un buen equipo”. Para esta edición, “hay un buen plantel, hemos mantenido el bloque, que es lo importante, en el que se mantiene el 80 o el 90% de los jugadores”, apunta el preparador burgalés.

Desde atrás, Anto, el alma de la Villa del Mueble, liderará la propuesta expuesta por Rojas; Santa, un comodín para las ofensivas adnamantinas, deberá dar soluciones arriba; y Héctor Lapeña seguirá defendiendo la regularidad necesaria en un plan que debe ser estable. La dirección deportiva ha incorporado este verano a futbolistas de la talla de Albitre, Rafael Checa, Alberto Martínez, Dani Martínez, Ismael Medrano y Raúl Gil. Sobre el ‘Caso Culebras’, persiste la incertidumbre, ya que la continuidad del veteranísimo central está en duda por su estrecha labor en la Real Federación Española de Fútbol. Finalmente, ¿colgará las botas? Rojas desconoce “cómo acabará este tema”.

Encomendados a Rojas, que se queda en un sitio en el que está “a gusto” y se siente “valorado”. El técnico burgalés se intentará acercar a la versión que mostró su Almazán en la 2017-18, cuando, además de rescatar a aquel equipo, lo hizo bordear los play-off al final de la fase regular. Ese regusto perdura en La Arboleda, la cual mantiene la fe en el burgalés.

El estreno de la SD Almazán, a domicilio, tendrá lugar este domingo (18:30 horas) ante el Mirandés B. “Con ilusión y ganas”, rodaje y primeras partituras para los de Rojas, sedientos de competición. La pretemporada adnamantina “ha sido buena”, según Rojas, que ha podido contar con todos sus ‘argumentos’ en estos test veraniegos. Ha podido alinear a todos los futbolistas que completarán la primera plantilla. “El punto de mira” ya está colocado sobre Miranda de Ebro, el primer partido de Liga.

No se celebrará la permanencia

La ejecución de “un muy buen año” copa los intereses de Rojas, que suprime la palabra “permanencia” en el diccionario de la villa; demasiado vulgar, dada la potencialidad del plantel blanquiazul. Su Almazán no pretenderá solo la salvación, que, por otro lado, no fue celebrada por Rojas la temporada pasada. “Sí que es cierto que hay siete presupuestos por encima del nuestro, pero no todo es el dinero… Nosotros tenemos que estar ahí. A ver qué somos capaces de hacer”, reflexiona el burgalés. En la tabla, este matizado Almazán mira más hacia la zona alta que hacia la baja.

El Almazán empaca conceptos: muestra una identidad definida y sabe a lo que juega, el poso necesario que le ha sabido dar Rojas. Intentarán “encajar menos” porque “si el Almazán no encaja, tiene mucho ganado, ya que hay mucha pólvora y dinamita delante”. En la pizarra se dibujo lo de manejar la posesión y permanecer sólido atrás, “en ese equilibrio está la clave”, analiza el entrenador de Burgos, que desarrolla todavía más sus intereses: “Tener una idea clara de juego, con nuestros mecanismos ofensivos. A partir de ahí, intentar generar”.

Los inicios sacan lo peor de la SD Almazán

Vértigo al inicio liguero. Un mal arranque condenaría las aspiraciones que a Rojas se le pasan por la azotea. “A mí me gusta sacar muchas veces los números porque dos y dos son cuatro, y los números no engañan a nadie: el año pasado, el Almazán empezó con 3 puntos de 21”, cuenta un Rojas que suspira inmediatamente. Los de la Villa del Mueble sujetaban el farolillo rojo. Añade que “a partir de Tordesillas, sumamos 25 puntos de 36 posibles, números de play-off”. El pésimo inicio lastró a una entidad que cuando despierta es capaz de lo mejor. Rojas quiere evitar los fogonazos y ampararse bajo una cierta estabilidad inicial. “Por eso, este año hay que empezar bien (en un inicio más sencillo), sumar todo lo que se pueda y ser constantes”, valora el burgalés.

La rotundidad del burgalés. “Se lo he dejado muy claro a la plantilla. No daré nombres, sino trabajo. El que trabaje va a jugar y el que no, pues no”, avisa Rojas. Estando al 100%, el Almazán “puede meterle mano a cualquiera”.