Serrano admite que la planta de lixiviados es un problema "gordo y serio"

En lo que es la primera modificación de crédito de la legislatura el pleno de la Diputación aprobaba dotar con 200.000 euros la zona de lixiviados de la planta de residuos sólidos urbanos de Golmayo. Una instalación que viene arrastrando problemas hace dos décadas según ha quedado patente en la sesión ordinaria por los anteriores presidentes de la institución, Luis Rey (PSOE) y Antonio Pardo (ahora en la PPSO).

Rey aludía a que es preciso "buscar una solución" y ha confiado en que el próximo pliego para la adjudicación del servicio resuelva este tipo de contingencias. Pardo, por su parte, ha reconocido estos problemas y indicado que esta intervención puede hacer que el servicio de recogida de basuras pueda repercutir en el recibo de los usuarios. A la vez ha urgido a dar una solución entre todos los grupos políticos ya que la situación de la planta podría suponer "problemas medioambientales graves" en el futuro.

El actual mandatario del Palacio Provincial, Benito Serrano, ha explicado que una opción pasa por trasladar los lixiviados a una planta especializada ubicada en Castellón, lo que supondría un elevado coste del servicio. Sin querer sembrar alarmas, sí admitido que se trata de un problema "gordo, serio", insistiendo que se trata de una situación que es preciso solventar tras dos décadas.

Este viernes se celebrará reunión Consorcio para la Gestión del servicio de tratamiento y reciclado de residuos urbanos en el que toman parte tanto la Diputación como el Ayuntamiento de Soria.