Tras la suelta de vaquillas en la plaza de toros de Soria, se ha desarrollado el 'encierro infantil', desde la calle San Benito hasta la plaza Mayor de la capital. Tarde de vaquillas en Soria.
La temperatura del sábado 5 de octubre ha resultado ser la idónea para la suelta de las vaquillas de esta tarde en el Coso de San Benito. El cálido sol de otoño y las condiciones meteorológicas apacibles se han entregado por completo a La Chata, que era parcialmente ocupada; expectación en las gradas, con algún que otro "¡uy!" y algún "¡ay!".
Un puñado de valientes saltaba al ruedo, jugándose la salud y el físico delante de las vaquillas. Les hacían recortes, evitando los revolcones. Quemaban calorías que luego ingerían a partir del vaso ancho, que contenía calimocho. A la que no lo veían claro, saltaban la barrera, encogían los pies y vuelta a empezar.
Los mozos llamaban a las vaquillas, tentándolas en el medio de La Chata. Utilizando puertas correderas y una estructura clavada en el centro que les protegía, los valientes iban burlando a los animales. De vez en cuando, salía un recortador; unos metros más allá, capote en mano y a torear.
Esprintando constantemente, las vaquillas levantaban la arena del Coso de San Benito, moviendo las pezuñas y haciendo circular al osado personal.
Tras la suelta de vaquillas en la plaza de toros de Soria, se ha desarrollado el 'encierro infantil', desde la calle San Benito hasta la plaza Mayor de la capital. Tarde de vaquillas en Soria.