La opinión de Alejandro Ramos, Profesor universitario y Secretario NNGG Soria.
No tiene ninguna lógica. Y responde a una falta de organización, coherencia y diligencia.
No es admisible que se estén volviendo a levantar las nuevas aceras del Polígono Industrial Las Casas, cuando hace apenas unos días que terminaron sus obras. El problema es que, en su momento, a nadie se le ocurrió la brillante idea de incorporar una canalización, por debajo de las mismas, para poder meter la fibra óptica. Por ello, si ambas actuaciones se hubieran realizado de forma conjunta, se podría haber conseguido un ahorro sustancial de dinero público y una reducción de las molestias y los perjuicios tanto a los transeúntes como a un número importante de empresas ubicadas en la zona. Por otro lado, tampoco tiene mucho sentido el hecho de que se proceda a pintar diferentes señales viarias, como pasos de cebra, en determinadas calles y meses después, se inicie una campaña de asfaltado por alguna de esas zonas recién pintadas. De esta manera, una vez que van finalizando los trabajos de alquitranado, los operarios municipales tienen que volver a pintar la señalización vial y con ello, se incrementa de forma absurda el gasto público.
Y no os penséis que el centro de la ciudad se iba a librar de este despilfarro. Como ya va siendo tradición, las zonas aledañas a San Juan de Rabanera vuelven, por enésima vez, a estar en obras por culpa de la sustitución del pavimento.
La moraleja de estos ejemplos es muy sencilla: hacer las cosas bien desde el principio, cuesta menos y sale más barato que hacerlas mal.