¿Soria está matando su particular gallina de los huevos de oro, con una excesiva y descontrolada sobreexplotación de su recurso micológico? Junta de Castilla y León y ayuntamientos están avanzando en la regulación responsable y, el siguiente paso, es conseguir un modelo de micoturismo más profesionalizado y más satisfactorio para los visitantes.
Para recolectar setas y hongos en la provincia de Soria este otoño, hay que tener en cuenta que existen cinco cotos autorizados por la Junta de Castilla y León, conforme al Real Decreto 31/2017 que regula los cotos y aprovechamientos micológicos.
El coto 50.001 es el llamado Pinares de Urbión, que reúne 25.000 hectáreas pertenecientes a los municipios de Covaleda, Duruelo, Salduero, Molinos, Vinuesa y Montenegro de Cameros. Para adquirir permisos se puede solicitar información en los ayuntamientos o acceder a la web https://cotosdesetas.es/cotos/coto-de-setas-pinares-de-urbion-soria
El segundo coto 50.002, llamado Montes de Soria, agrupa a 72 ayuntamientos de diversas zonas de la provincia, entre ellos Abejar, Navaleno, Cabrejas del Pinar, El Royo o Santa Cruz de Yanguas, a los que hay que sumar dos localidades burgalesas de Pinares. Más información en https://permisos.micocyl.es/
El tercer coto es el de los Montes de la Comunidad de Castilla y León en Soria, que está asociado al de Montes de Soria, por lo que los mismos permisos sirven para ambos cotos, lo que suman un total de unas 152.000 hectáreas. Los permisos se pueden adquirir en la web http://www.micocyl.es/areas/montes-de-soria
El cuarto coto que se ha creado es el 50.004 de La Póveda, con unas 2.700 hectáreas (para sacar permisos, entrar en la web del Ayuntamiento de La Póveda); y el quinto coto es el 50.005, llamado Quinto La Mata, en El Royo, que es privado, con unas 250 hectáreas.
Los turistas y recolectores interesados pueden solicitar información en los ayuntamientos y en los establecimientos hosteleros y de alojamientos, señala el director técnico del Coto Montes de Soria, José Antonio Vega, además de en las webs señaladas anteriormente. Al contrario de los que consideran algunas casas rurales de Pinares y empresas turísticas, que creen que existe mucha confusión y poca información y señalización, José Antonio Vega considera que hay cauces de información suficientes, y que el propio sector hostelero y turístico debe propiciar esa información.
Los precios de los permisos micoturistas de dos días para un fin de semana es de 5 euros en los cotos de Pinares de Urbión y de Montes de Soria, precio que sube hasta 20 euros en el coto de La Póveda. Además, existen permisos de campaña simbólicos para los vecinos locales, y otros de carácter comercial más caros.
Aunque los visitantes que llegan a la provincia de Soria son conscientes de que no se puede recolectar setas de manera libre, y de que son necesarios permisos, conviene recordar que quienes acudan al monte sin permisos serán sancionados con multas y se les requisará el producto recolectado.
Y es que la micología se trata de un recurso natural muy delicado, que requiere de un control por parte de las administraciones, para asegurar su protección y su sostenibilidad. Para bien o para mal, ha cogido un gran auge en los últimos años, convirtiéndose la micología en una actividad de moda, y en un gancho turístico de primer orden para provincias como Soria, que llama a miles de visitantes, señala José Antonio Vega.
Precisamente, han sido los abusos que se han producido por parte de los recolectores ilegales sin escrúpulos, o las malas prácticas de no pocos visitantes, que no son conscientes de la importancia de cuidad y respetar el bosque, lo que ha llevado a los propietarios de los montes a regular la actividad micológica, para velar por su continuidad en el futuro, ya que también es un recurso económico para los municipios. Un control que se considera insuficiente, por lo que se pide más vigilancia a los propietarios de cotos, a la Junta y a la Guardia Civil, dependiente del Estado.
Muchos empresarios y hosteleros ligados a la micología lamentan que se hayan creado demasiadas expectativas -en cuanto a la producción y recolección de setas y hongos-, que crean luego frustración en los turistas y visitantes.
Así lo considera Luisa Abenza, directora del Centro Micológico de Navaleno, que cree que hay que reconducir la estrategia turística del recurso micológica, que puede ser una buena oportunidad para el turismo de Soria, “pero haciendo bien las cosas”. Explica que llaman muchas personas interesadas sólo en saber si hay producción. “Les animo a venir, a disfrutar del bosque, que está precioso, y les ofrezco una interesante oferta de actividades.., pero solo piensan en recolectar y llenar la cesta. Hemos generando una demanda mal entendida. Y esto -quizás- lo hemos promovido nosotros, los propios sorianos, que no sabíamos lo que luego ha pasado, y ahora tenemos que hacer un esfuerzo para cambiar la idea y el concepto de micoturismo. Hace falta más control”.
En la misma línea se expresa Yolanda Santos, actual concejal de Turismo del Ayuntamiento de Soria, ex presidenta de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur) y empresaria turística.
“El turista micológico no es un simple recolector. Le gusta conocer el bosque, aprender a descubrir lo que ofrece, como las setas o la gastronomía. Pero el bosque aporta mucho más, y cuando los visitantes están acompañados de guías y de profesionales, quedan mucho más satisfechos”, señala Santos.
El responsable técnico de Montes de Soria, Vega, considera que los primeros que tienen que creer en los valores profesionales de la actividad turística micológica, son -precisamente- los responsables hosteleros y de los alojamientos, que deben velar por el desarrollo del sector turístico. En este sentido, remarca que “llevamos muchos años, desde las administraciones y las asociaciones, concienciando sobre el respeto al bosque y su sostenibilidad”. Por ello, asegura que los primeros en poner medidas restrictivas en la expedición de permisos micológicos serían los propios municipios propietarios el monte.
“Pero, en estos momentos, no hay saturación ni una presión recolectora excesiva en el monte, no hay datos científicos que lo indiquen. Puede haber más presión recolectora en ciertos lugares más conocidos, turísticos y accesibles. Si la hubiera, los ayuntamientos serían los primeros en restringir los permisos de recolección, y tomar las medidas de sostenibilidad que fuesen necesarias", indica José Antonio Vega, que asegura que lo importante es respetar el monte, y que las condiciones climatológicos acompañen para una campaña micológica buena, algo que no se ha dado en las últimas campañas.