En Autol, la entidad pinariega disputa la finalísima de la Copa Federación de La Rioja este sábado (18:00 horas) contra el Balonmano Callaghan. Nada que perder y mucho que ganar para un club humilde que lo celebrará, en el caso de levantarla, y no caerá en depresión si ocurre lo contrario.
No hay marcha atrás. No hay vuelta de hoja. El balonmano pinariego se encomienda este sábado por la tarde (18:00 horas) a la Sociedad Deportiva Visontium. Este modesto conjunto puede levantar su primer gran trofeo este fin de semana en La Rioja, donde desempeña sus funciones deportivas. En Autol, la SD Visontium disputa la finalísima de la Copa Federación de La Rioja. En el segundo año desde la creación de este galardón, Vinuesa puede ‘expoliarlo’ y trasladarlo a su villa.
No pretenden exagerar. No están acostumbrados al ruido porque trabajan a la sombra y en silencio. Desde que se reconstruyó el equipo, hace cuatro años, será el primer año en el que el Visontium juegue una final "de algo", señala César Torres Aceña, entrenador-jugador del bloque pinariego. "Prácticamente, no le hemos dado la importancia que tiene. La verdad es que somos bastante humildes", precisa Aceña con honestidad. Con la misma humildad, impera un sentimiento propio en Pinares: "Si ganamos, celebraremos la primera copa. Si perdemos, pues el primer fin de semana de noviembre empieza la Liga y seguiremos igual de ilusionados", explica el capitán del barco visontino, bañado en los mares de la Segunda Nacional riojana.
En el BM Callaghan-SD Visontium no hay titubeos que valgan. La entidad arnedana tiene fama de "rocosa, de dura", analiza Aceña, quien subraya que "Callaghan siempre ha sido un equipo difícil de ganar, sobre todo en casa". Los de Arnedo versan su juego a partir de “gente veterana leñera y rocosa”. A Aceña le preocupa la incomodidad que genera el otro finalista de la Copa Federación de La Rioja en la pista. "En la forma de jugar, es el equipo que más se parece a nosotros", prosigue analizando el entrenador-jugador de los sorianos.
En el municipio riojano de Autol, "una cancha neutral": toda una señora final. El título se irá a Soria o se quedará en las vitrinas riojanas. "Espero que esto no lo lea nadie de Arnedo", ríe Aceña, ya que el entrenador-jugador de la SD Visontium narra que los suyos sufren cuando los clubes les hacen correr en la cancha; "somos más veteranos y, en general, más lentos". Este sábado por la tarde, cambio de planes. Se iguala el no exceso de velocidad en Autol: "Creemos que al Arnedo sí le podemos jugar a correr. Cuando le juegan así, sufre", decreta Aceña. Entre otras cosas, debido a que la SD Visontium ha ganado en fondo de armario y nota haber empezado mucho antes la pretemporada esta campaña.
La Odisea de la SD Visontium. No se ha llegado silbando hasta una final de Copa que promociona el balonmano en La Rioja, el que poco a poco va perdiendo efectivos. En la subdivisión del trofeo (dos grupos en una fase previa), los visontinos lideraron una de aquellas secciones coperas; el BM Callaghan, la otra. Los dos líderes, por lo tanto, se citan este sábado. Además, "contra todo pronóstico", cuenta Aceña. Uno de sus jugadores, Adrián Revilla, tuvo que hacer de portero. Ganaron los dos encuentros por la mínima, un gol por encima. Es decir, "épico pase a la final", valora el míster.
"Posibilidades y ambición, todas las del mundo", reconoce Aceña. Quitando hierro a la trascendencia del capítulo histórico más relevante para la SD Visontium, "si se da mal y perdemos, no nos vamos a decepcionar", explica un Aceña que se cura en salud, por si acaso. "Cada año, este equipo va a más", precisa el míster de una entidad que se ha clasificado estas dos últimas veces (2017-18 y 2018-19) para la final a cuatro de la Segunda Nacional de La Rioja.
Aceña dirige y juega "por necesidad pura". Hace cuatro temporadas, César cogió las riendas de un conjunto que se mezclaba con gente de Vinuesa y Covaleda. Los deportistas pedían a gritos la figura de un míster. Aceña los ha llevado finalmente hasta aquí, hasta la mismísima final de la Copa Federación. Pase lo que pase, la fecha (26/10/2019) ya es histórica. "Soy el más pesado de todos, el que más está encima de la gente, para que hagan bien las cosas", aporta Aceña. En realidad, lo que se le demanda a un entrenador. Reconoce que "no soy el que más sabe de balonmano, pero sí el más constante y el más exigente".