Números terroríficos. Cifras de pánico. Desde el Monasterio de San Juan de Duero salieron unos 300 corredores, 390 según la Policía Local.
Si Gustavo Adolfo Bécquer levantara la cabeza... Pues vería cómo su leyenda de 'El Monte de las Ánimas' ha sido reinterpretada, pasando, con mucho sentido, de la literatura al deporte, con mucho terror de por medio. Se ha corrido esta noche la I Carrera de las Ánimas, ambientada bajo el miedo en esta noche del Día de los Difuntos. Esta nueva invención se encuentra dentro de la XXXIV edición del Festival de las Ánimas.
Números terroríficos. Cifras de pánico. La I Carrera de las Ánimas ha empezado con retraso, pues los participantes guardaban su turno para retirar el dorsal cerca de los arcos del Monasterio de San Juan de Duero, desde donde han tomado la línea de salida unos 300 corredores.
Ha tenido lugar esta noche una carrera de otra época, nada que ver con el siglo XIX, cuando nació y murió prematuramente Bécquer. Seguro que el contrastado escritor sevillano no se hubiera imaginado que su leyenda daría tanto juego en Soria, en pleno siglo XXI.
La originalidad se apoderó de las orillas del Duero, iluminadas con las liternas de los participantes, quienes llenaban de ruido, provocado por sus zancadas, el Puente de Piedra de la capital soriana. No era Carnaval, pero Soria corrió disfrazada: Mario Bross, las caretas de 'V de vendetta', las monjas de la muerte, tirando de una tumba hecha a mano, o las calabazas recorrieron 6 kilómetros antes de alcanzar el Parque del Castillo, donde les esperaba la línea de meta, el avituallamiento y los trofeos.
Desafinado a la lluvia y al feo viento, los más de 300 valientes -390 según la Policía Local- corrieron por San Polo, San Saturio, por la zona del tren, por el Soto Plaza, por el mismo lateral del Monte de las Ánimas, por los márgenes del Duero, la pasarela de madera, etc. Según la organización, “todos tienen cabida en este proyecto loco”. Se corrió individualmente, en grupo o en familia.
Lo de menos era el resultado, aunque en el Parque del Castillo se dieron trofeos, pertenecientes a esta prueba popular. Daniel Castro y Andrea del Río ganaron la carrera larga; Simón Cortés fue el vencedor de la carrera con menor recorrido; Elena Viqueira se llevó el premio al mejor disfraz individual; el grupo que tiraba de un ataúd se adjudicó otro premio, el grupal; y premio especial para la familia que iba vestida con las palabras ÁNIMAS.