El Rey Mago de Oriente habla en exclusiva para este medio de comunicación. Pide a los más pequeños que sean “un poco más solidarios”. Marcial Abga, de 45 años y procedente de Ginea Ecuatorial, es el ayudante oficial del rey Baltasar en Soria desde hace 17 años.
Diciembre es un mes más que complicado para sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Melchor, Gaspar y Baltasar deben afanarse en preparar el largo viaje que tienen por delante el próximo 5 de enero y, además, también tienen que coordinar el nutrido grupo de ayudantes que se reparten por todo el globo terráqueo y les ayudan en su labor durante los compases previos a la noche más especial del año. A pesar de este ajetreo, el rey Baltasar ha hecho un hueco en su apretada agenda para darse a conocer a los sorianos.
El tercero de los Reyes Magos, según el orden que marca la tradición cristiana, sabe que después de siglos y siglos repartiendo magia por las calles de todos los municipios de la provincia, se ha ganado el cariño de los sorianos. “Tengo amigos en Soria que siempre me hacen saber que soy el rey favorito de sus niños”, afirma sonriendo para añadir que esta información la corroboran “mis ayudantes en Soria”.
Respecto a ellos, Baltasar no tiene dudas: “son los mejores corresponsales de los Reyes Magos, sin ellos no podríamos estar en todas las recepciones y cabalgatas. La magia no da para tanto y gracias a estas personas podemos llegar a todos los niños del mundo”. Unos ayudantes que le sirven también para conocer a todos y cada uno de los pequeños. “Siempre estamos al día y gracias a su trabajo sabemos si un niño se porta mejor o peor, nos enteramos de todo”, afirma dejando entrever un pequeño aviso a navegantes.
Todo este tiempo de trabajo, concretamente 2019 años, no ha hecho mella en la forma física de Baltasar. “Sé que mi imagen no se corresponde con mi edad real”, cuenta el Rey Mago para poco después reconocer que “nos cuidamos mucho durante el resto del año”. Lo hacen porque “debemos mantener la forma física y hacer deporte porque el día 5 nos deleitan con dulces en cada casa y acabamos enormes”, bromea. En este sentido y volviendo a la seriedad, Baltasar agradecería que se limitasen las tentaciones: “Con un vaso de leche caliente y agua para los camellos tendremos suficiente”.
Porque Soria no se diferencia mucho de cualquier otro lugar, y Baltasar afirma que aquí “la ilusión es exactamente la misma que en cualquier lugar del mundo. Las sonrisas y las caras de admiración también son iguales”. Eso sí, nuestro protagonista quiere aprovechar que este reportaje llegará a muchos hogares sorianos para mandar un mensaje a los más pequeños: “En Soria las cartas incluyen regalos cada vez más modernos y sofisticados. Además, en muchas ocasiones son demasiado largas. En otros países los niños son felices con cosas más sencillas por eso me gustaría que aquí aprendiesen a ser un poco más solidarios, igual así nuestra magia llegaría a muchos más lugares”.
No es el único mensaje del Rey Mago, para los mayores tiene otro. “Los padres se tienen que animar a hacer más niños”. Baltasar lamenta que en los últimos tiempos se nota “bastante que las paradas de los camellos en la provincia son cada vez menos”. Por ello anima a los adultos a mantener la ilusión y trabajar con el nuevo año en “darnos más trabajo. Siempre es una alegría”.
La noche del 5 de enero es la más esperada por todos los niños del mundo. Aguardan la llegada de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente y todo son nervios. La magia hace posible que el día 6 se abran en todos los hogares los regalos que cada pequeño desea pero lo que muchos no saben es que sin el trabajo de sus ayudantes, repartidos por cada país, los errores de Melchor, Gaspar y Baltasar serían mucho más frecuentes.
Marcial Abga Molico es el ayudante del Rey Baltasar en Soria. Tiene 45 años y nació en Guinea Ecuatorial. Llegó a España acompañado por sus padres a la edad de 10 años y, tras formarse en hostelería en Zaragoza, aterrizó en Soria para quedarse. “Desde el principio Soria es mi casa. Es cierto que mi familia no tuvo ningún problema de integración en Zaragoza porque al venir de un país que fue colonia española los papeles y el idioma no supusieron ningún trauma. Pero desde que llegué a esta ciudad para trabajar en un hotel, sentí que me tenía que quedar”, señala.
Soria se convirtió pronto en su hogar y aquí se casó y formó una familia. Siempre ha trabajado en el mundo de la hostelería y esto ha propiciado que sea más que conocido y reconocido. “Muchísima gente sabe quien soy. Me saludan y en ocasiones yo me pierdo un poco. Los adultos son más complicados que los niños”, bromea Marcial.
Hace 17 años, en el 2002, Marcial Abga recibió un encargo muy especial. “Un amigo que tengo en común con Baltasar me pidió que le echase una mano, necesitaba un ayudante que le facilitase el trabajo en la provincia y no tuve ninguna duda”, afirma Marcial orgulloso de saberse determinante para hacer realidad las ilusiones de sus vecinos más jóvenes.
Estos días son los mejores del año para este soriano de corazón. “Es ahora cuando tenemos que ponernos las pilas, recabar información de cada niño y tener todo muy controlado para que la llegada de los Reyes sea perfecta”, afirma para acabar reconociendo que, aunque ya son casi dos décadas las que lleva ejerciendo como nexo de unión entre Baltasar y los sorianos, “sigo poniéndome nervioso. Estoy deseando que llegue el día 5 porque me encanta ver a los niños rebosantes de alegría”.
La familia de Marcial le acompaña y apoya en este trabajo mágico y en la sombra. Su mujer está tan implicada que “cuando comencé a ejercer de ayudante ella venía conmigo y hacía las funciones de paje. Estaba encantada pero con el tiempo tuvo que dejar el cargo porque no podía comprometerse al 100%”. Sus tres hijas son conscientes de la importancia de este papel. “Mis niñas tienen 16, 13 y 2 años respectivamente. La pequeña todavía no se entera mucho de lo que hago cuando no estoy en casa, pero a las mayores les hace mucha ilusión”.
No es para menos, no todos los niños pueden decirles a sus amigos que su padre es el ayudante oficial de Baltasar.
Tienen contacto directo con Oriente y lo tienen para muchos años porque Marcial afirma con contundencia que “mientras aguanten las fuerzas seguiré ayudando a los Reyes porque los niños lo necesitan”.
Marcial Abga se despide, queda mucho trabajo por hacer hasta el día 5 de enero.